Una
de las razones fundamentales del desarrollo
evolutivo de la raza humana es su gran capacidad de aprendizaje, entendiéndose
por tal a la aptitud de emular -o de copiar- las conductas de sus semejantes.
Por
tal razón, aquellas personas que generan ideas nuevas son tenidas en muy alta
estima por sus congéneres.
La
puesta en práctica de actividades novedosas suele generar beneficios para
quienes tienen la capacidad de crear tales singularidades. No es difícil que
sean imitados en su accionar exitoso.
Esos emuladores pueden dar
origen a variantes superadoras de la idea original. Incluso aquel que mediante una
pequeña variación de la misma, que la dote de un enfoque comercial apto, puede
dar lugar a la creencia falsa de que es el genio creativo de esa idea ajena.
El creador exitoso gana
una creciente fama. Esta situación lo coloca en la obligación de tener que
seguir en esa senda de originalidad por el resto de su existencia; pero, como no
siempre estará en condiciones de poder desarrollar ideas originales, se
enfrenta a la posibilidad cierta de que su fama decrezca. Y con ella los
beneficios asociados.
Ante tal situación, le
quedan diferentes alternativas a seguir: resignarse a vivir de las glorias
pasadas, copiarse a sí mismo a través de variaciones circulares de la idea
exitosa (como un perro que se quiere morder el rabo), plagiar a otros creadores
menos conocidos, o darle empleo a creadores profesionales, quienes desde un
anonimato pago procederán a seguir alimentando el mito. No hay caso, el ego
obliga.
Ante tales
posibilidades, la calumnia —hija de la envidia y la mediocridad— siempre pondrá
una sombra de duda en la capacidad creativa de las personas.
Este artículo es —probablemente—
una copia de otro.
Interesante artículo Arturo, bueno seria saber a quien decís que se lo copiaste.
ResponderEliminarUn abrazo.
Luis:
EliminarGracias por tu comentario.
En realidad no me consta que sea una copia, por eso es que pongo el adverbio.
En algún lugar creo haber leído a Borges, quien especula que cada cultura, a su debido tiempo, descubre las mismas cosas de siempre. Bien, esta podría tratarse de mi interpretación de un mismo pensamiento, para este momento y lugar. No hay razón alguna que me impida imaginar que idéntico razonamiento fue hecho por alguien en algún pueblo de la antigüedad, o mi vecino despistado de la otra cuadra...
Un abrazo.
Muy bueno, Arturo.
ResponderEliminarPor desgracia, es algo que nos rodea y que se produce con demasiada frecuencia. Y al final el de la ídea se muere de hambre la mayor de las veces, mientras los listos se aprovechan. Dicen que los locos abren los caminos que recorren los sabios. Yo diría que los genios, pero ingenuos, alisan el camino a los espabilados.
Felicidades.
Un abrazo.
Fernando:
EliminarQuizás la diferencia se encuentre entre la curiosidad de uno y la codicia de los otros.
El texto aplica también a cualquier oficio. He visto gente que oculta sus habilidades, con tal de sobresalir del montón y no dejar que le copien "su" método de trabajo; también he visto aquellos que capacitan a sus pares sin egoísmo. Así se tratase de agarrar una pala, como de calibrar un sistema de control muy complicado.
Un fuerte abrazo.
(Y me voy a ver qué hizo Nandi)
me gusta leerte asi de simple
ResponderEliminarRECOMENZAR:
EliminarAnte tales argumentos, me quedo sin palabras, excepto para decir: muchas gracias.
Hasta pronto, un abrazo.
Arturo, excelente tu escrito, es un tema sumamente interesante el que planteas... buscar originalidad...
ResponderEliminarMe quedo pensando en eso... a ver si cuando escribimos deseamos también ser tan originales... ¿verdad?
Besos al alma...
Paula:
EliminarMucho me temo que, a medida que pasa el tiempo y ganamos en experiencia, la cantidad de dudas, que nos moviliza a buscar su resolución por caminos inéditos, disminuye.
Es fácil imaginar cuando no conocemos la verdad; pero, de ahí a que acertemos la solución, eso es otra historia.
Podemos llenar un libro con nuestros desaciertos y sin embargo, hallaremos alguna que otra cuestión que nos dará la satisfacción de haberla descubierto por medios propios. Ahora que sean originales en su total sentido, ya serían hablar de logros superlativos.
Un beso para la poetisa.
Lo vemos a diario. Se "autoplagian" canciones, libros, pinturas... Muchos lo llaman "estilo" y largan 5 libros seguidos, cada uno igualito al anterior.
ResponderEliminarA tu artículo lo leí hace unos años en un blog escrito en tai. Seguro que te lo copiaste de ahí.
¡Abrazo, Arturo!
Sergio:
EliminarEs tal como decís; repiten la fórmula de un éxito. Y abarca también al cine, o al modo de vivir en sus épocas "gloriosas" (he visto tipos patéticos, que se visten a los sesenta con ropa de cuando tenían diecisiete).
En realidad, lo que copié fue la frase final (no sé si textual) de un remate de Borges, o -quizás- el efecto del salvaje final, en el Prefacio de Wilde para su "El retrato de Dorian Grey" (debería ser de lectura obligatoria).
Un abrazo, Sergio.
Sergio:
EliminarEncontré el cuento de Borges que finaliza con una frase motivadora, que plagié: "Borges y yo", una maravilla impar.
Un abrazo.
Claro que sí :) Desfachatado.
EliminarLo había leído alguna vez. Gracias por recordármelo, Arturo.
¡Abrazo!
¡Hola Arturo!
ResponderEliminarInteresante tu reflexión y totalmente de acuerdo. Esa originalidad la llevo al terreno de la literatura. ¡Cuántos escritores deben la venta de algún libro a un “negro” y la fama ¿para quién?
Me ha hecho gracia el final, pero no creas que yo a veces lo he pensado, hasta me he obsesionado. ¿Quién me dice a mí que no haya otra persona escribiendo el mismo contenido con las misma palabras? De hecho hice un microrrelato para un certamen: “En un solitario libro de una solitaria biblioteca, encontré un poema. El mismo que escribí hace veinte años, pero no lo firmaba yo ¿Dónde está mi alama gemela?
Siempre un placer pasar por aquí.
Besos Arturo.
Teresa:
EliminarEs bien conocida la existencia de los escritores fantasma; personas de gran capacidad e inventiva que proveen de páginas a los escritores de fama. Ver la película "El testaferro" (La tapadera, The Front), de Woody Allen.
Los hay para todos los temas, los más conocidos son los que se dedican a las descripciones: un paseo por distintos lugares típicos de París, o una tarde en Hyde Park, o un paseo en góndola por los, canales de Venecia, etc.
Respecto al tema del doble, ha sido un tema recurrente desde mi niñez, resuelto hace poco.
Adjunto la respuesta que se me ocurrió y puse en este blog.
http://pensamientosyopinionesdearturo.blogspot.com.ar/2012/01/la-simultaneidad-de-las-situaciones.html
Besos, Teresa.
los grandes inventores siempre tendrán su privilegiado sitio porque gracias a ellos que fueron los pioneros del invento llegaron otros años más tarde y pudieron mejorarlo,como ocurrió por ejemplo con el Auto-giro de D.Juan de la Cierva,o el submarino de D.Isaac Peral y Caballero.Todos estos inventos ampliamente mejorados con el tiempo.
ResponderEliminarSaludos
José:
EliminarY no nos olvidemos de Santos Dumont y sus máquinas más livianas que el aire.
Y en las ciencias no le iban en saga. Cuando estudiaba en la Universidad, solía comprar libros técnicos de la Editorial MIR, soviética. Me causaba gracia el que todos los descubrimientos eran de investigadores rusos en ese campo. Los nombres más conocidos de nuestra ciencia y tecnología eran ignorados por completo. Pero eso era otra cosa: se llama propaganda política.
Un saludo cordial.
Negros hay a miles. Los grandes escritores los tienen con toda naturalidad. De hecho hay escritores muy exitosos hoy día que empezaron de "negros".
ResponderEliminarLa originalidad es difícil, la gente que escribe como medio de vida cuando tiene que pagar la luz y publicar en un tiempo determiando, no siempre tiene las ganas ó la inspiración para hacerlo.
Hoy día la tentación del corta/pega es muy grande:)
Dolega:
EliminarPor cierto, una vez leí una especie de trivia irónica, donde preguntaban qué significaba Isaac Asimov.
Entre las opciones figuraba: un conglomerado exitoso de escritores, que escriben libros bajo ese seudónimo; también mencionaba a un escritor ruso, nacionalizado americano, autor de cuentos de ciencia ficción. Todavía no sé la respuesta correcta.
Vivir de la escritura, así como escribir lo que uno desea y cuando le viene en gana, es un lujo que muy pocos se pueden dar.
Saludos y hasta la próxima.
Arturo, un artículo muy bueno, lleno de fina ironía, de esos que se gozan al leerlos. Y en cuanto al fondo, qué decir que no se sepa de los "negros" o de quienes viven del ingenio ajeno... Supongo que a los últimos les será cómodo y a los primeros les servirá para atender facturas, pero qué pena, qué gran pena que existan estas historias, porque son una muestra más de la falsedad de los humanos.
ResponderEliminarUn abrazo para ti.
P.D.- Por cierto, estoy contigo en que debe leerse el inicio de "El retrato de Dorian Gray", una gozada.
Isabel:
EliminarMuchas gracias por tus conceptos tan halagadores.
En mi más íntimo ser, existe el convencimiento de que con muchos de los lectores de este blog ya conocemos y compartimos una visión similar acerca de ciertos temas. Tengo bien presente que no todos tenemos las mismas experiencias y en consecuencia las mismas conclusiones.
Si por un juego de la tecnología, se mandase un número elevado de robots idénticos, a recorrer y descubrir un mismo planeta, pronto veríamos lo diferentes que serían las conclusiones que se podrían sacar de un análisis aislado para cada uno de ellos.
Lo mismo nos sucedería con las personas y sus vidas.
Y otro tanto con sus obras: aun cuando fueran idénticas, cual libro único en una biblioteca, cada vez que se lean sus páginas, se entenderá una cosa diferente.
Bueno, Isabel, esto se puso complejo; deberé editar un cuento humorístico en la próxima entrada, para intentar aliviar la mente.
Te envío mi abrazo cordial.
Huau! genail hermano. no agas caso a la gente que te quiere hacer daño . saludos!
ResponderEliminarFrank:
EliminarMuchas gracias por tu comentario, sos bienvenido aquí; al igual que todos aquellos que tropiezan con este espacio y leen unas líneas.
Un saludo.
Arturo..." La originalidad "
ResponderEliminarEs penoso que personas que inventa un producto al no tener capital para invertir, tenga que ofrecerlo a otro, aceptando de la otra parte lo que le exige para tal arreglo comercial.
¡¡¡¡ muy importante !!!
un beso
Doris Dolly:
EliminarParte de las ventajas de esta sociedad es venir de cuna de oro. Por caso, Güiraldes publicó un libro a su cuenta y riesgo (como muchos otros tantos), luego, avergonzado por lo malo que consideró tal obra compró todos los ejemplares y los tiró al fondo del aljibe que adorna la casa, hoy museo. Bioy Casares, muy superior -a mi gusto- respecto al anterior, recién se lanza como escritor con "La invención de Morel", ya que escondió o renegó de lo que publicó hasta entonces. Un joven Cortázar tuvo más suerte: Borges le hizo publicar su primer obra: Casa tomada.
En el mundo de los negocios, la historia es otra: hablamos de dos personas movidas por la codicia, cuya relación de fuerzas a la hora de negociar es desigual. Es de esperar que el más fuerte saque un mejor partido. Son las reglas del juego. Hay sobrados ejemplos de personas ingeniosas que comenzaron su fortuna de este modo.
Un beso.