Si hasta parece que -a veces- respiras, que dejas de
cantar tu triste melodía y te ahogas, tomas una honda inspiración de aire fresco
y silencio, para proseguir luego con tu melodiosa y sentida armonía.
El Bandoneón Mayor de Buenos Aires (Troilo por dos, obra de Hermenegildo Sábat) |
"Gime, bandoneón, grave y rezongón en la nocturna verbena. En mi corazón tu gangoso son hace más honda mi pena"(Enrique Cadícamo )
ResponderEliminarARTURO, muy buena tu frase y tu sentir
Meryross:
EliminarUn maravilloso aporte has hecho, con las bellas palabras de un maestro de primer nivel.
Quien haya tenido la fortuna de escuchar en vivo, bien de cerca, los sonidos del instrumento, reconocerá y recordará por siempre los sonidos de aspiración del fuelle, soplo a través de la válvula de aspiración de aire al abrir sus alas el fuelle; así como ese tenue golpeteo, al cerrarse tal válvula e iniciar su melodía, mientras se recoge en sí mismo, el instrumento.
Son sonidos íntimos, no musicales, que denotan el trajín y el sacrificio que hace el bandoneón para darnos su música característica.
Quien se hace amigo de esa respiración, admira la maestría del ejecutor, que la hace suave, acompasada, evanescente, compañera íntima de quien conoce los secretos del fuelle y de quien de oído, admira su técnica. Eso, también es parte del misterio del tango.
Gracias por tu presencia y aporte.
Un toquecito en el ala del chambergo, para ti, al despedirme.
Muy bellas tus palabras hacia este melancólico instrumento.
ResponderEliminarUn beso Arturo.
Teresa:
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Es seguro que , si te lo propusieses, podrías sin demasiado esfuerzo, a puro talento, descubrir el sentimiento último de cada instrumento musical español y de la alegría de su pueblo.
"y la gente por el prado
no dejará de bailar,
mientras se escuche una gaita
o haya sidra en el lagar"
Un beso, Teresa.
Después de eso solo queda decir; ¿Sol... Do!
ResponderEliminar¿Que más?
Un abrazo.
Luis:
EliminarBuscar entre los discos, o CD, o mp3, o YouTube, el tango "Quejas de bandoneón", interpretado por el"Gordo" y gozarlo a todo corazón.
Un abrazo.
No he tenido la suerte de escuchar en directo el badoneón, pero me encantaría. En grabaciones, siempre me ha conquistado con su sonido tan característico, triste incluso, muy apropiado para el tango.
ResponderEliminarUn besazo, estimado Arturo.
Isabel:
EliminarComo no podía ser de otra manera, ya de muy joven tuve la fortuna de presenciar la ejecución del bandoneón. Aunque pertenezco a la generación de aquellos adolescentes que fantaseaban tocar una guitarra eléctrica y ser uno más de los Beatles al cantar sus canciones.
Supongo a mis abuelos casi niños, simulando hacer sonar unos pares de castañuelas en sus manitas.
Lo que intetnto describir simularía hallar una identificación de la gitarra a través de sus sonidos secundarios, las yemas de los dedos que rozan veloces las cuerdas, al cambiar el tono.
El eximio guitarrista hará de tal roce una belleza suave y sensual de su interpretación, mientras que un aprendiz (pudiera ser su servuidor, por caso) emitiría un razguido indeseable.
Que tengas un feliz día, Isabel.
¡Oh! El Bandoneón me trae recuerdos especiales de mi niñez.
ResponderEliminarQue hermosas palabras le has dedicado.
Lo bueno del sonido del bandoneón es que instrumenta al tango, lo hace memorizar melodías desde que uno es pequeño.
EliminarUn buen día, descubrimos que acompañaba poesías maravillosas.
Un saludo, Yuliannys.
Respiran tus palabras al ritmo de la música, preciosa melodía.
ResponderEliminarUn beso
Pilar:
EliminarMuchísimas gracias por tan superlativa calificación a un simple sentimiento, que me surgió espontáneo, fresco, desde el recuerdo nostálgico de aquellas épocas en que la gente escuchaba ese instrumento con pasión.
Lamentablemente, hubo muchos años de tango "for export", solo pensado para dejar contentos a los turistas. Pareciera que ahora hay conjuntos nuevos, que cantan e interpretan al tango y la milonga al ritmo que debe ser. Enhorabuena.
Besos.
PD: Por alguna extraña razón, la foto de tu Perfil no apareció en el encabezado.
Ah, qué bueno, Aníbal Troilo, un maestro de maestros... me gusta mucho todo lo rioplatense... amor nuestro lugar... besos al alma.
ResponderEliminarPaula:
EliminarLa admiración por Troilo es compartida, ya que -sin desmerecer a los demás- era quien tocaba el tango con mayor delicadeza y calidad.
Según se dice, era un caballero y una bella persona. Con tristeza y asombro, mis mayores vieron -incrédulos- como lo mataban, de a poco, el alcohol y las drogas. Se dice que era tan bueno que no podía soportar la maldad del mundo...
Me consta que, tocar en su orquesta, era La Meca de muchos músicos.
Un ¡hasta pronto! argentino (o sea: un ¡chau! y seguido el besito en la mejilla), costumbre que tanto descoloca a los extranjeros, que no entienden esa cuestión de darnos un mutuo beso en la mejilla, ya sea entre amigos o gente de la familia.
ay dios! soy una ignorante total de este instrumento... ¿suena mas o menos como el acordeón?
ResponderEliminardisculpa mi ignorancia una vez más Arturo. Eso si, los tangos me encantan, sobre todo Gardel.
Ángela:
EliminarNo creas que soy un ducho en el instrumento. Hasta donde sé, proviene de alemania y aquí fue agregado como acompañamiento a las guitarras. Gardel tiene registrados innumerables temas solo con guitarras.
El bandoneón en sí posee un fuelle que guarda el aire que luego sef uerzaa pasar por unas lengüetas que al vibrar generan la notas. El panel izquierdo maneja un rango de sonidos, diferente del opuesto. De modo que uno hace la melodía y el otro el acompañamiento, más grave.
Se lo puede tocar inspirrando o expirando por esas lengüetas, lo que le da diferentes sonidos.
La ocasión más emocionante de mi vida, fue cuando escuché interpretar el vals de bodas de su hija a Carlos Lazzari, quien fuera el primer bandoneón de la orquesta de Juan D'arienzo. Fue la única vez que lo pude ver en su arte y eso que, por lazos familiares, lo veíamos a él y famiia desde que tengo uso de razón.
Hasta pronto, Ángela. Y sigue con esa costumbre de dar vida a personajes...