Pequeño animal que llenas de alegría la vida de tus
amos.
El placer que das al ser acariciado no te lo puedes
imaginar siquiera. A cambio, solo recibes un poco de alimento y mínimos
cuidados.
Mirarte a los ojos es entrar en un abismo desconocido:
el de tu mente.
Jamás se podrá saber qué sientes.
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