Todo lector apasionado
termina por creer que está en condiciones de volcar el resultado de su propia imaginación
en un libro.
Le sucede lo mismo que
a un niño, que tras presenciar el fantástico espectáculo del circo, al llegar a
su casa lo primero que quiere hacer es emular a esos artistas increíbles. Toma
tres naranjas con la esperanza de realizar con ellas algún tipo de malabar, mas
lo único que logra en cada intento es hacer que se le caigan al piso.
Este resultado fallido
le deja dos enseñanzas: la primera de ellas es que no era tan fácil ser
malabarista como parecía, que sin dudas es necesario dedicarle mucho tiempo de
aprendizaje y de entrenamiento, si es que quiere llegar a dominarla, al menos
con decoro.
Y la segunda conclusión,
es más bien una duda: hay que tener un talento especial para lograr el objetivo
deseado. Y no puede saber de antemano si se lo posee.
Quizás esta coincidencia
entre la vocación y el don asociado a ella, sea algo poco probable y se tome
conciencia de ello solo tras recorrer un fatigoso e ingrato camino.
Sin embargo, se puede
confiar que, en razón a la enseñanza recibida más la práctica sistemática, se podrá
articular algún pequeño truco, con un dejo de habilidad, basado en el trabajo
arduo.
Tal oficio adquirido le
servirá para que los demás lo halaguen, ya fuere por compromiso o bien con sinceridad.
Pueden -incluso- convencerlo de que posee el esquivo don. Aunque todo su
repertorio consista siempre en esa misma rutina, intensamente ensayada...
Entonces, ante la duda fundamental,
antes citada, se negará lo obvio, pese a que resulte un hecho ostensible.
Es la única manera de
persistir en la vocación.
Esto podría aplicar a
cualquier actividad humana.
NdeR:
ResponderEliminarAl buscar un malabarista, para ilustrar este post, tuve la oportunidad de ver a muchos virtuosos increíbles; pero, me decidí por este artista; fue por una sola razón: le puso malabarismo a una obra de arte magnífica, como lo es el final de la cara B de Abbey Road, con los temas "Golden slumbers- Carry that weight- The end".
Para un fanático de The Beatles, no había otra posibilidad...
Un abrazo para todos.
Que cierto es lo que dices. Solo el trabajo y la dedicación da frutos.
ResponderEliminarCreo que escribir es un trabajo como otro cualquiera. No creo tanto en las inspiraciones, los talentos ni las musas, como en el trabajo y la disciplina.
Bueno, como dices tú, en ese y en cualquier trabajo.
Besazo
Dolega:
EliminarEl problema que nos aqueja a todos es saber a ciencia cierta cuál es nuestro don (si es que tuviésemos alguno).
Mientras tanto, para aquellas tareas con las que nos ganamos la vida, con trabajo y tesón podremos suplir -con resultados aceptables- nuestra falta de talento.
Gente de mucha suerte es aquella que se desempeña en la vida en un rol que le gusta.
Te envío un beso.
Yo tengo un relato en el que hablo más o menos de lo mismo: no todo malabarista tiene talento para salir a un escenario. Otra cosa es que sus amigos, por cariño y lealtad, lo adulen y le digan que es un malabarista fantástico, y le animen a elaborar más trucos, para la desdicha de aquel que tiene que sentarse a verlos: el espectador sufrido. O el lector esforzado.
ResponderEliminarUna metáfora estupenda, Arturo, estoy muy de acuerdo con tus palabras. Te lo dice una malabarista diletante.
un beso en cada mejilla.
Ángela:
EliminarYa se sabe que nos movemos a fuerza de la retroalimentación (feedback) que nos llega; ahora, saber si esa información es válida y objetiva, o está influida por el afecto, o la conmiseración, puede llegar a ser todo un reto.
Por lo pronto, cualquier persona que posea una inteligencia normal estará en condiciones de saber si lo que hace está bien, o mal, o regular. Para alcanzar la excelencia se necesitan elementos condicionantes externos que ayuden a ese logro, a saber: provenir de un medio ambiente que haya potenciado sus aptitudes desde temprano (preferentemente padres y hermanos que se encuentren en el mismo rubro), una capacitación intensiva que haya sido tomada a pecho y, lo más importante de todo, que no haya dedicado su vida a otras cuestiones que le hubieran distraído.
Como se ve, no suena muy agradable ese estilo de vida para la obtención de un simple logro y el vacío subsiguiente que queda al llegar a esa meta.
Si calificáramos a todas nuestras actividades con una nota, del cero al diez, creo que valdría más tener un buen promedio general, a obtener un diez en solo una de ellas.
Si el promedio diera más de cinco, hay que darse por bien agradecido de la vida...
Un beso estándar en la mejilla.
PD: Paso a explicar esto de los besos:
Beso estándar: ambos amigos/ amigas se dan recíprocamente un beso en las mejillas del otro/ otra. Significa una sana amistad.
Beso de gran cariño: ambos se besan en las mejillas con sonoros "chuic", de aquellos que dejan el tímpano silbando. Por lo general se dan entre parientes muy queridos.
Beso pícaro: como al descuido, o en simulado accidente, uno de los amigos (generalmente el hombre a la dama) da un beso casi en la comisura de los labios. Se queda a medio camino con su deseo.
Beso imaginario: uno (o ambos) solo chocan sus mejillas y simulan un beso al aire (horrorosa imitación, falsedad absoluta), muy común entre las mujeres; que en tanto, se deshacen en halagos mutuos.
Beso tímido: uno de ellos apenas roza la mejilla del otro, con temor a ser interpretado como beso de gran cariño (increíble, pero existen estos besos). Por lo general siente gran atracción hacia quien (casi) besa.
Beso huidizo: uno de los involucrados retira la mejilla, antes que el otro pueda besarla; es una señal inequívoca de desprecio.
Beso sufrido: uno de ellos pone mala cara al dar/ recibir el beso en la mejilla, en clarísima señal de su disgusto; es el típico caso de los niños pequeños ante besos de extraños (por lo general viejas chillonas y feas).
Beso baboso: es aquel que luego de recibirse, obliga a secarse la mejilla (es el más horrible de todos, en especial cuando se trata de un beso sufrido).
Que nadie se llame a engaño con sus significados, o que brinde su propia versión.
Otro beso.
Una cosa es hacer algo y otra muy distinta tener un don o creer en los dones. Como bien decís, aplica para varios órdenes de la vida.
ResponderEliminarDebo confesar que soy muy autocrítica, muy, lo que me permite ver claramente mi mediocridad. Uno a veces trata de no ser standard pero por ahora me parece una quimera. La creatividad es 1 % inspiración y 99 % transpiración, decía Edison a quien el talento no le fue esquivo.
Saludos van, maestro!
Sandra:
EliminarTodos tenemos más facilidad para algunas actividades.
Por caso, está el claro ejemplo de los ambidiestros, que pueden emplear de manera indiferente sus manos y piernas. Se dice que son más inteligentes que el resto de las personas; aunque tal beneficio se compensa con problemas de dislexia, de aprendizaje, de conducta o de tartamudez, por caso. Nadie es perfecto.
Por todo ello, cada uno debe esforzarse hasta alcanzar sus límites, sin hacerse demasiado problema si nota que estos no alcanzan a la genialidad. Buscar tal exclusividad sería tan ridículo como si yo -descendiente de celtas- quisiese ser un chino.
Edison, además de un gran inventor en su juventud, se quedó con la plusvalía de los descubrimientos que hicieron sus empleados: era un vulgar ladrón industrial. He de reconocerle que fue pionero en eso de robar la inventiva ajena para ganar dinero con la industria.
Hasta entonces, tal conducta era patrimonio de los grandes artistas, que se aprovechaban de las habilidades de sus discípulos y ayudantes.
Un gran abrazo.
Siempre aprendo algo aquí! Lo de Edison lo desconocía, ves? Qué bárbaro este míster! Gracias por desasnarme. Saludos van!
EliminarSandra:
EliminarAcerca de Edison y su aprovechamiento de los descubrimientos ajenos, que adquiría -en el mejor de los casos- a otros investigadores de la época, o se apropiaba -en el caso de sus empleados-, no tengo muy en claro su relación con Tesla. Este último fue uno de los genios mayúsculos de la época, pero tenía un encono con Edison.
El Tesla es la unidad de medida del flujo magnético, algo empleado en todos los motores eléctricos, entre otras aplicaciones y es nombrado así en homenaje a ese gran investigador.
Un gran abrazo.
Inspiración, aptitudes y talentos pueden darse comunmente, pero se necesita ante todo descubrir, encaminar, darle cauce y posibilidades; a partir de ahí la dedicación, el esfuerzo, el trabajo, la disciplina y la creatividad hacen lo suyo.
ResponderEliminarBuen tema Arturo.
Un abrazo
Genessis:
EliminarEntre quienes nos comunicamos en este foro, podría resultar obvio hablar de la importancia de transitar el camino de la instrucción, Se nota muy claramente la educación que reina entre todos nosotros.
Por ello, cada uno desde su perspectiva plantea sus inquietudes de diferente manera, pero con similar calidad, resultado de transitar la metodología que expresas.
El que yo no pueda realizar presentaciones como las tuyas, no va en desmedro mío, pues supongo que a ti te pasará lo mismo conmigo; entonces, no hay modo de comparar habilidades.
Lo principal, a mi modesto entender, son las motivaciones que nos llevan a realizar esto, en lugar de aquello.
Es por eso, que lo que tú afirmas bien podrían ser palabras mías, aunque enfocadas a otros temas. Y lo más importante, ambos transitamos un camino muy parecido, que además, creo que comparten muchos de quienes participan, con sus comentarios, en este blog.
Te envío un gran abrazo.
Si una persona no tiene inspiración poco puede hacer para interesar a alguien con lo que escribe. Tenemos miles de ejemplos de buenos periodistas en contrastados periódicos con unas muy famosas columnas, pero incapaces de saber escribir un libro que se pueda leer.
ResponderEliminarSaludos
José:
EliminarEsa palabra que mencionas es la clave de toda idea y su posterior escrito. Si las musas no aparecen, es inútil quedarse sentado frente a un teclado: no saldrá nada válido.
Respecto a los periodistas devenidos en escritores, son escasos los ejemplos de alguno de ellos que pueda trascender más allá de su labor específica, pues lo del periodismo poco tiene que ver con la literatura entodas sus variantes.
Por lo general los libros de los periodistas parecieran ser un compendio de chismes...
Un gran abrazo.
ARTURO "Es intentando lo imposible como se realiza lo posible."
ResponderEliminarcon inteligencia,talento y paciencia
BESITOS
Meryross:
EliminarSi, es verdad lo que dices.
El problema es saber si uno viene de fábrica con esos adicionales, o no...
Bien se dice que: "Lo que natura non da, Salamanca non presta".
Un beso.
Arturo; el único "Don" que tengo es que acompaña mi nombre por la edad, (me dicen don)
ResponderEliminarEn esto de escribir, (más aún como yo sin saber) sólo prima el deseo, más allá de ser reconocidos.
Nadie sabe si tienen talento, los demás lo juzgan y lo dicen, yo sólo poseo entusiasmo y no me va tan mal.
Amigo te dejo un fuerte abrazo, y agradezco a esto de escribir que me permitió conocerte.
Luis:
EliminarFrancisco S. Calomino es el nombre de aquel señor, bastante grande ya, que conoci una tarde en una Feria del Libro. Estaba sentado del otro lado de una pequeña mesa, con algunos ejemplares de un libro que tenía recién publicado.
Al enviudar, matizó su soledad con la pluma y el papel: se puso a escribir ese libro que le compré, llamado "Relatos que parecen cuentos y algún poema", una obra miscelánea bastante entretenida, que reflejaba sus vivencias y pensamientos.
Tras ese encuentro y la lectura de su obra, me decidí a escribir.
A su ejemplo le debo el haberme decidido por este vicio. Un entretenimiento maravilloso que hoy me permite conocer gente excepcional, como en el caso tuyo.
Soy muy sabedor que, entre quienes mantenemos comentarios amistosos, hay escritores consumados, poetas, estudiantes de Letras, gente del arte. Yo solo soy un ingeniero con inclinaciones artísticas, que halló en las letras y en las posibilidades que ofrece la red, una facilidad para expresarse.
Un gran abrazo.
Etoy de acuerdo contigo. Si queremos destacar en algo tenemos que tener disciplina y perseverancia. Todo cuesta, sangre sudor y lágrims.
ResponderEliminarUn abraxo!
Marilyn:
EliminarPor supuesto, a aquellos que dicen lograr algo así nomás, sin mayor esfuerzo, no hay que creerles nada.
Lo más seguro será que sus logros no sean tales, o bien de la magnitud pretendida.
Aunque no haya garantía de éxito alguna, siempre se debe -al menos- intentar alcanzarlo.
Un gran abrazo.
En mi caso soy consciente de mis límites y de mi mediocridad. Y no me duele saberlo, es lo que hay. Mientras esta mediocridad se toma un batido a mi lado, compartimos ella y yo tardes indescriptibles pluma en mano, yo diletante y ella aplastante. No soy más de lo que veis. Crecí en una marabunta de familia, mis estudios son muy básicos, mi padre aprendió a leer y escribir, mi madre no. Por eso ella los cuentos se los inventaba. Ni mi familia sabe que escribo, la mayoría se sorprenderían si entrasen en mi blog. Nadie cree en mi, pero yo si, yo sé que disfruto escribiendo, que no pido más que ese disfrute, que no seré famosa y que no me importa un carajo serlo.
ResponderEliminarEn cuanto a la inspiración, si que creo que es lo más importante, pero luego escribir requiere mucho trabajo y aprendizaje. El talento, el talento es lo que cuenta.
Y Arturo, te has olvidado de un tipo de beso que a mi me encanta y que echo mucho de menos: los besos repetitivos (modo metralleta) y sonoros de las madres en las mejillas.
Ángela:
EliminarNo sé de dónde has sacado esa idea sobre que eres limitada. No es cierto.
Para explicarte mi punto de vista, te comento que hay algo, muy en boga hoy, que se llama inteligencia lateral.
Explica esos casos llamativos, de personas en apariencia limitadas y con falta de formación académica, que -sin embargo- alcanzan éxito en sus quehaceres.
Siempre me consideré una persona inteligente; pero, pese a ello, no conseguía entender el éxito en esas otras personas, tan diferentes a mí. Por ello, tras analizar el tema, noté que las personas tenemos muchas otras facetas de nuestra personalidad que trabajan en la determinación del éxito, con su errónea asimilación a la inteligencia.
Una de estas características -y no la menor- es la suerte. Se trata de personas con falta de fortuna en los momentos propicios, los condenados por el sistema a no desarrollar su capacidad, aquellas a las que el medio ambiente y circunstancias fortuitas les quitaron la posibilidad de desarrollarse en un campo y -por ello- trascienden en otro.
Atento haber logrado lo que has logrado en una sociedad tan machista como la española, donde no es nada fácil, ¿no se te ocurrió pensar que tienes algo especial?
Y lo más importante, has demostrado talento (no necesito explicarlo, hay infinidad de comentarios en tu blog que así lo atestiguan); si algo te faltara, quizá sería tener un buen maestro -o maestra- para que te enseñe esos trucos, necesarios para que desarrolles a pleno tus potencialidades.
Aunque estés tentada a pensar que te hablo desde la amistad (algo que es cierto), este mensaje sale básicamente de mi razón.
Un beso estándar.
Querido Arturo
ResponderEliminarTú sabes que siempre regreso a leerte y hasta me doy el gusto (con tu permiso) de leer tus respuestas a los demás comentarios. Me re-encantó lo que comentaste sobre el beso. Puedes ponerlo como un nuevo post, como tú lo sabes hacer.
También me gustó la forma tan original y la motivación o el impulso que te llevó a empezar a darte a escribir, mira cómo son las cosas de la vida...
Es un gusto descubrirte tan humano, mi estimado y muy querido amigo
Beso
Genessis:
EliminarNo es necesario permiso alguno para leer lo que está en este blog. En verdad, el objetivo principal de este blog es el de divulgación de mis pensamientos y opiniones. Que emplee un cuento -con cierto grado de humor- o un relato sensiblero, o anécdota como alternativas a ese objetivo declarado, no lo contradice.
Lo que dices de la clasificación de los besos en la mejilla bien podrían ameritar un post; pero, no me digas que no es más lindo "descubrirlo" mientras lees los comentarios. Aquello que se descubre por sí mismo siempre tiene un gusto delicioso y gratificante, por lo menos a mí me pasa así.
Te envío un beso transatlántico.
Muchas, muchísimas veces el don muere porque no se alimenta con trabajo y dedicación. También puede resultar que lleguemos a rozar ese don pero claro no todos podemos se Shakespeare
ResponderEliminarInteresante reflexion
Un beso
40añera:
EliminarEs imposible vivir de los "quizás si hubiera...".
Lo concreto es lo que se tiene o lo que se puede alcanzar a partir de ahora, si hacemos las cosas bien.
Somos nosotros y nuestras circunstancias, la capacidad cognitiva y la llamada inteligencia, los que podemos llegar a alcanzar determinados niveles o metas.
Un beso.
Arturo, me alegra que hayas podido entrar en mi blog.
ResponderEliminarEs muy importante tener inspiración para plasmar lo que se quiere escribir, pero también, esfuerzo, tesón, dedicación, y sobre todo, entusiasmo.
Un beso.
María:
EliminarCon una guía apropiada, uno podría llegar a evolucionar y mostar creaciones aceptables. Pero, por desgracia, lo nuevo es fruto de la suerte y de la imaginación y nadie puede enseñar a pensar diferente una cuestión.
Todas las aptitudes que mencionas pareciera que ayudan a ese logro extraordinario, pero no serían suficientes.
Años atrás, cuando era adolescente, pude ver a un pintor muy bueno efectuar reproducciones con gran destreza. Quedé maravillado de su técnica. Pero, nada en sus obras era creación propia.
Un beso.