A Casimiro Camarotta le gustan las mujeres. Claro, es un muchacho con gustos tradicionales,
hoy considerados como aburridos, o un poco antiguos. Entiende que lo mejor que hay
sobre la faz de la Tierra son las damas; por ello, todas ellas le quitan el sueño.
Desde
muy temprana edad, cuando ya despuntaba su adolescencia, tenía esa idea fija:
conquistar no solo a una, sino a todas las mujeres posibles. Lo pregonaba a viva
voz ante todos sus amigos. Y a ese fin dedicó su vida por entero.
Se preguntarán: ¿y qué tiene de extraño esta historia?; lo llamativo del caso reside en que, pese a sus mejores esfuerzos, Casimiro estaba invicto.
Se preguntarán: ¿y qué tiene de extraño esta historia?; lo llamativo del caso reside en que, pese a sus mejores esfuerzos, Casimiro estaba invicto.
Durante
su adolescencia, la presencia de granos en su cara, o los sarpullidos frecuentes (por culpa
de sus alergias), repelían hasta a las adolescentes más desesperadas que, en
pleno furor del despertar hormonal, se entregaban a todos, menos a él.
El
simple hecho de recibir un beso sobre sus labios, hubiera sido considerado por
él como un triunfo maravilloso y lo hubiese llenado de dicha. Pero, ni siquiera
llegaba a eso...
Digamos
que su pertinaz tartamudez no lo ayudaba, mucho menos el estrabismo convergente,
que si bien le multiplicaba la visión de sus deseadas muchachas, las espantaba
sin remedio. En especial, cuando se plantaba ante dos muchachas, que no podían
saber a cuál de ellas se dirigía.
Ya
en esa época, adornaba las paredes de su cuarto con ilustraciones de su amor
imposible: Marilyn Monroe, en una decoración pintoresca que se completaba con
fotografías de otras mujeres bellísimas, al natural.
Con
el paso del tiempo, su desesperación iba en aumento, en progresión geométrica.
Ya
se empezó a animar no solamente con las muchachas más agraciadas, sino con
cualquier acomplejada que anduviera por sus cercanías. Incluso, por ese entonces,
lo echaron de su empleo debido a sus avances descarados hacia todas sus
compañeras.
Un
fonoaudiólogo le ayudó con su tartamudez: al menos logró que pudiera pronunciar
su nombre de un solo tirón.
Las
vecinas no solo le negaban el saludo, sino que le daban vuelta la cara, cada
vez que se cruzaban con Casimiro en los pasillos o en el ascensor del edificio
de departamentos donde vivían.
De
poca ayuda le resultó el empleo de lentes ahumados, o las sucesivas intervenciones
quirúrgicas en su nariz, más las prótesis dentales que se hizo para eliminar
sus dientes de roedor. No conseguía que ninguna reparase en su presencia. Hasta
las rameras se excusaban de estar con él. Se le notaba mucho su entusiasmo.
Casimiro
comenzó a usar cremas para mejorar la piel de su rostro, compró pantalones
anchos, para que disimularan sus proverbiales piernas chuecas, se echaba encima
perfumes importados para que ocultasen su catinga y se aplicaba constantemente
el espray bucal contra la halitosis.
Ya
no podía ni dormir; le tiraba lances a las viejas, a las embarazadas, a las
recién casadas, ¿a los maniquíes?
Estaba
fuera de sí por completo.
Entonces,
por fortuna, conoció a Susan y todo cambió, es lo más parecido a lo que él
buscó siempre.
¿Una muñesa hinchable? :P
ResponderEliminarBesazo
Dolega:
EliminarPara eso ya tenía las fotos descriptas.
Susan es nombre de travesti.
Da pena constatar a lo que llegó, el pobre...
Aquellos que hemos sido afortunados en el amor, nunca sabremos qué se siente ser rechazado sistemáticamente, ni eso de perder las esperanzas.
Besos.
¿con pilas o sin ellas?
ResponderEliminarMe dejas intrigada, que lo sepas.
Pilar:
EliminarSu pareja era de carne y hueso, lo que no descarta que utilizaran pilas o baterías en algún elemento complementario. Hoy todo se ha tecnificado.
Hace unos pocos días atrás, unos ladrones saquearon unos departamentos y -como chiste- a una pobre solterona le dejaron sobre la mesa y al ingreso al departamento, un aparato eléctrico a pilas; todo para vergüenza de la víctima, que entró acompañada por la comisión policial (más algún colado indiscreto, que nunca falta). Digamos que, ante esto, lo de Casimiro casi es un tierno romance...
Un beso.
Pobre Casimiro....
ResponderEliminarArturo, te ensañaste con el pobre.....no era tan asi!!!
Yo lo veía pasar y lo saludaba siempre, una vez se me ocurrió invitarlo a tomar juntos un helado y, ¿sabes? me puse celosa porque creía que le estaba mirando a la chica de la otra mesa.....
Que tengas un buen sábado y domingo, mi queridísimo Arturo.
Genessis:
EliminarEso no lo sabía, pues podría dar unas pistas importantes.
Por casualidad, ¿te fijaste si la chica era tal, o una imitación?
También es mi deseo que tengas un fin de semana mágico.
Un gran abrazo.
...traigo
ResponderEliminarecos
de
la
tarde
callada
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
ARTURO
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE BAILANDO CON LOBOS, THE ARTIST, TITANIC SIÉNTEME DE CRIADAS Y SEÑORAS, FLOR DE PASCUA ENEMIGOS PUBLICOS HÁLITO DESAYUNO CON DIAMANTES TIFÓN PULP FICTION, ESTALLIDO MAMMA MIA,JEAN EYRE , TOQUE DE CANELA, STAR WARS,
José
Ramón...
José Ramón:
EliminarGracias, tanto por tu invitación, como por tu poesía.
No he de rechazar la invitación de un asturiano, paisano de mis abuelos, por ello es que me anoté como seguidor y he de leer tus poemas.
Un abrazo.
Debo reconocer que también pensé en una muñeza hinchable, incluso en un maniquí. Pero oye, seguro que la chica no estaba tan mal, que como decía mi madre: siempre hay un roto pa un descosio.
ResponderEliminaroriginal, bien contado, y ameno, como siempre.
Un beso despistao (seguro que con este beso te doy otra vez que pensar jeje no me hagas mucho caso, que soy muy bromista)
Ángela:
EliminarLa verdad es que su pareja lo convenció a Casimiro cuando le dijo aquel remanido cliché homesexual: "lo que pasa es que soy una chica atrapada dentro del cuerpo de un hombre". Y nuestro personaje se consoló con eso...
Seguramente, ahora Casimiro abusa de las cremas faciales y hasta se depila las cejas. Ya no tiene retorno.
Gracias por tus palabras y por tu humor. Si en esta vida no nos reímos un poco, qué nos queda.
Un beso "estándar", mi amiga.
Primero decirte que anoche solo me dejo´Internet visitar a Marina como comprobarias.
ResponderEliminarCreo que hemos pasado por los años de Casimiro muchos, donde lo único que pribaba era poder coleccionar conquistas,no importándote edad figura o sapiencia el caso era conquistar y tu orgullo satisfacer delante de los compis.
José:
EliminarEn aquellos años pasamos de no tener ninguna experiencia y máximos recaudos, a otra de gran experiencia y ningún recaudo. La inocencia se pierde una sola vez, lo mismo que la vergüenza.
El problema con Casimiro es que no podía pasar de la primera etapa, pues fallaba constantemente en su intención de seducir a alguna mujer.
Nunca se pudo exhibir del brazo de una mujer. Ahora lo hace la manito con un travesti.
Si hubiera elegido llegar a eso desde el principio, no sería problema; pues todos pueden elegir lo que los hace más felices; pero, darse por vencido, con alguien que no es siempre "pasivo"...
Es deprimente (o cómico).
Un saludo cordial.
Hola
ResponderEliminarArturo
Bello blog o seu e uMA linda poesia. PARABÉNS.UM ABRAÇO
Ana Brisa
Anne Breeze:
EliminarAgradeço suas palavras e você dizer que você é bem-vindo aqui.
Visitei seu blog e encontrei um lugar bonito, quero felicitá-lo.
Estou lhe enviando um grande abraço.
Ola caro amigo,espero que gostes da minha versão de Que Será,do filme Dona Flor e seus dois maridos.Tenhas uma ótima semana e fica com meu grande abraço.
ResponderEliminarSuzane:
EliminarMencionei os meus problemas em seu próprio blog. Eu não consigo ouvir, porque o Flash Player não funciona.
Um grande abraço.
Sea lo que fuera, menos mal encontró a Susan. Pobrecito! Este relato me acurdo una cancion de los 70, titulada "Tomás (que feo estás)
ResponderEliminarUn abraXo
Marilyn:
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Es como bien dices, se arregló con lo que pudo.
Y si se siente feliz con su destino, ¿quiénes somos nosotros para impedírselo, o para criticarlo?; a lo sumo, esbozamos una sonrisa, por habernos salvado de tener que padecer tantos rechazos.
Un gran abrazo.
Arturo, no siempre fuimos ganadores, alguna vez también sufrimos reveses amorosos y dijimos "peor es nada", claro que con travestis ¿jamas!
ResponderEliminarComo prueba de ello te diré que estoy cómodamente "sentado" frente a la compu.
Un abrazo de ¿ganador?.
Luis:
EliminarLo que importa es el promedio.
Si tomamos toda la vida como universo a evaluar y nos da un número satisfactorio de aceptaciones, sería buenísimo; aun si estuviera equilibrado entre rechazos y decepciones, también lo sería.
Y casi diría que, con un solo triunfo (o empate con ella) hasta sería suficiente. Pero, Casimiro se pasó "pa'l otro lado de la línea"; del lado del no retorno.
Eso ya es otra cosa.
Además, cada cosa a su tiempo; no se puede actuar como un apasionado veinteañero a los sesenta, ni aun con pastillas (casi mortales), porque podés quedar ridículo.
Un gran abrazo, campeón.
A ver, a ver a ver, dónde me he perdido....No no no esto no se hace, te castigaré duramente, te manda´re la j para que tepinche y a la p para que te dé una patada....¡¡¡¡hombre no!!!
ResponderEliminar¿Quién es Susannnnnnnnnn?
Arturo te la vas a cargar, que lo sepas, de entrada mañana no sales al recreo hasta que no termines el relato y me copies 100 veces: "Esto no lo volveré a hacer, lo prometo".
...Yo en verano no puedo pensar...que estoy de vacaciones.
Jajajajajajaja. Un besazo.
Marina:
EliminarHabrás visto en los comentarios quién era la tal "Susan".
Si no hay pan, que coman tortas, dice el refrán.
Besos.
Jajajajajajajaja...es broma corazón. ¡¡ES MAGNÍFICO!!!
ResponderEliminarMarina:
EliminarPor supuesto, conocedor de tu buen humor, solo puedo esperar una ocurrencia graciosa.
Hay momentos en que se me ocurre que la historia podría llegar a ser cierta.
De hecho, sé del caso de un muchachito que pretendía a una chica jovencita -aun más que él- y a quien se le arrimaba el tío de la niña, un marica declarado; incluso supe que le había tejido un pulóver a mi amigo, entre algún otro obsequio.
Él me contaba que lo aguantaba con tal de arrimarse a la jovencita; y yo le creía. Hoy, ya no sé qué pensar de esa situación.
Luego, supe que mi amigo se casó con una chica hermosa.
Ya lo ves amiga mía, nunca se sabe en verdad qué pasa.
Besos.
Muy bueno! Me has divertido con tus ocurrencias. Un abrazo
ResponderEliminarAlma:
EliminarMás allá del drama que aqueja a los feos y los rechazados, vale la anécdota ocurrente, para desdramatizar tal situación deprimente.
Un gran abrazo.
¿Susan es un maniquí? Pobre Casimiro las tenía todas. Igual lo que importa es la actitud y quizás el problema radicaba en que él actuaba con desesperación y eso se huele en el aire! Saludos van, maestro Hoy me ha hecho reír con este relato!
ResponderEliminarSandra:
EliminarA Casimiro lo perdimos, para siempre: se pasó al otro bando.
Lo que en el caso de un hetereosexual es un renuncio inmenso...
Un gran abrazo.
Seguro que Susan supo ver más allá y encontró ese Casimiro dulce, tierno y bondadoso que nadie se atrevió a conocer. ¡Todos tenemos algo positivo! ¿No? Yo prefiero pensar que es así. Espero que Casimiro y Susan fueran felices para siempre.
ResponderEliminarUn saludo afectuoso.
Antonia:
EliminarTu comentario fue enviado (idéntico) dos veces, de modo que publico el original de entre ellos.
Si bien no podría asegurar nada, ya que los personajes suelen cobrar vida con cada lectura e interpretación de cada lector; yo también me inclinaría a pensar que Susan debe estar muy feliz. Con respecto a Casimiro -en cambio- mi impresión es que está resignado.
Surge en mi mente una pregunta insidiosa: ¿qué harán los ojitos de Casimiro cuando se les cruce por delante una mujer bella?, ¿qué sentirá nuestro héroe al despertarse por la mañana y observar a Susan con una incipiente barba?, ¿cómo presentará Casimiro a su pareja ante amigos y familiares?; la lista se me presenta larga e inquietante...
Es más probable que Susan sienta una situación de satisfacción, al tomar el rol de mujer en esa pareja; pero, más temprano que tarde, podrían aflorar sus tendencias masculinas y entonces desee cambiar de roles con su amado; entonces, (si es que aun no sucedió tal cosa) ¿qué hará un Casimiro devenido en homosexual?, ¿lo aceptará y dejará atrás para siempre sus deseos irrefrenables para con las damas? La humorada inicial de su renuncio, ya podría tornarse cruel para Casimiro.
En tu elección (por cierto válida) sobre el futuro de esta pareja, nos demuestras toda tu condición femenina y la falta de prejuicios, algo que es maravilloso. Si te hubiera conquistado un Casimiro, seguro que habría tocado el cielo.
Un saludo muy cordial.