Mientras caminamos
por la vida descubrimos el mundo que nos rodea.
Así
comprobamos que las ideas básicas que se nos han inculcado desde la niñez resultan
en la práctica mucho más complejas de lo que imaginamos en un principio, tanto
que nunca podemos llegar a comprenderlas en su totalidad.
Ciertos
hechos y conductas de la sociedad se nos revelan como a través de rendijas, dispuestas en
lugares dispersos e impensados, desde las cuales podemos atisbar otras facetas
de la realidad, que no siempre han de ser las más agradables.
No
obstante, siempre nos será útil lograr un avance en esa vía del descubrimiento
de nuestro entorno; básicamente, para poder mejorar nuestra visión de él. Y con su aprendizaje,
ser capaces de adecuar nuestra conducta a las pautas del medio donde nos toque
vivir.
Avanzar por
estos caminos inciertos es una decisión singular que le cabe a cada uno de
nosotros, y será tomada en base a nuestras más íntimas afinidades con tal o con
cual inquietud.
Por último, el conocimiento adquirido nos permitirá descifrar dónde podremos brindar algún avance al conjunto. O, tal vez, no.
Por último, el conocimiento adquirido nos permitirá descifrar dónde podremos brindar algún avance al conjunto. O, tal vez, no.
Son tantas las miradas que caben, las interpretaciones... Y llevas razón en eso que dices y que resume el refrán: "Donde fueres, haz lo que vieres". Lo distinto y el distinto sufre, no es bien tratado por la sociedad circundante.
ResponderEliminarUn abrazo, Arturo.
Isabel.
EliminarNo sé por qué en nuestra sociedad el éxito causa rechazo. Ni hablar de las habilidades, que en lugar de causar beneplácito en los circundantes, causan envidia y maldad.
Lo peor es que no solo los ignorantes caen en tales bajezas...
Un gran abrazo.
Son tantas las experiencias que nos da en nuestro recorrido por la vida,que no sales de un asombro cuando entras en una depresión dándote tiempo a reponerte y tu corazón queda agradecido,tus sentimientos de placer se han llenado por ver que encuentras personas que te siguen queriendo y amando.
ResponderEliminarSaludos
José:
EliminarCon el paso del tiempo, tenemos la posibilidad de elegir mejor a nuestros amigos. Convengamos que somos más tolerantes también; pues tomamos conciencia de nuestras "particularidades".
Al conocer más a nuestros semejantes, nuestras expectativas para con ellos son más modestas que aquellas de la juventud y nuestra dicha es inmensa cuando hallamos amigos de veras.
Saludos cordiales.
Es cierto que cuesta hacerse en la realidad un sitio desde lo que nos enseñaron desde la infancia, miras desde las rendijas la realidad que, la mayoría de las veces, no comprendes y resulta inquietante darse cuenta de que las coasa que aparentemente estaban claras, ya no lo están, te quedas como al descubierto, y sin saber dónde meterte.
ResponderEliminarEspero que cada una de las decisiones que vayas tomando te vayan despejanto caminos.
Un abrazo Arturo.
Yashira:
EliminarHace veinte años, un amigo me observó que "están tocando un tango y vos querés bailar un foxtrot".
Semejante consejo hizo que replanteara mi estrategia, ya que de nada me servía imaginar una sociedad utópica y actuar en consecuencia.
Mostrarse virtuoso en un mundo de miserables solo trae problemas, que impiden e invalidan cualquier intento por mejorar el entorno que los abarca. Lo prudente en estos casos no es abandonar la buena conducta, sino hacerla menos evidente. Y desde la cercanía, tratar de enderezar el camino a los descarriados, aunque sea de a uno por vez.
Un gran abrazo.
Hola, Arturo. Esto me hace reflexionar cuán lejos estamos de comprender la realidad. A mí el ser humano en general me sigue sorprendiendo: sus reacciones, su modo de ser. No se termina de conocer nunca a nadie. Adecuarse al medio es difícil pero se debe intentar y sobre todo una enseñanza de mi padre que trato de aplicar todos los santos días "Cuesta tan poco hacer feliz a la gente", en realidad con pequeños gestos de nuestra conducta podemos hacer feliz a quienes nos rodean aunque eso que veamos por la rendija no sea del todo de nuestro agrado...
ResponderEliminarMe quedo rumiando en estos pensamientos que nos has dejado hoy.
¡Besitos!
Sandra:
EliminarTengo para mí que el interpretar las motivaciones de quienes te rodean, ha de ser uno de los mayores desafíos laborales que debes afrontar.
En estos casos, el gran problema que se nos presenta es ser fieles a nosotros mismos. Es decir, yo podré adaptarme a los demás, pero no habré de ser yo mismo.
Con suerte dispar daremos respuesta a lo que esperan de nosotros, ya que solo basta tener dos personas frente a uno, para mostrarnos de un modo diferente para cada uno de ellos. Es imposible que sus visiones coincidan.
Solo un sentimiento fuerte, hacia nosotros, arrimará sus percepciones. Supongo que, en tal situación, tanto el amor, como el odio, les impediría llegar a un análisis objetivo.
Es curioso, pero hay veces que no reparamos en los detalles. Y cuando lo hacemos, atisbamos algo novedoso en aquello conocido, nos damos cuenta de algo que siempre había estado oculto para nosotros.
Es como siempre digo: "muriendo y aprendiendo".
Un gran abrazo (y un besito, también).
A veces cuesta mucho dejar en el cuarto de los trastos viejos, algo que te ha servido durante años, pero lo cierto es que en esta época que nos ha tocado vivir, lo que habíamos aprendido no nos sirve de nada, y como dice el poeta... ¡caminante no hay camino, se hace camino al andar...! así que como vamos avanzando por el sendero de nuestras vidas, pues hay que reciclarse o quedarse mimetizado como una piedra, a la que cualquier caminante da una patada, porque estorbamos en su camino.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ángeles:
EliminarMuy bueno tu comentario.
Siempre pienso en las enseñanzas recibidas. Es difícil de comprender la candidez con la que obraban nuestros mayores. En más de una oportunidad atribuí tal modo de ser a la modestia de sus vidas de relación, circunscriptas a las mujeres de la familia, o a los compañeros de trabajo, todo en medio de un ambiente cotidiano y reiterado.
Pero, últimamente, se me ha ocurrido que ese modo ideal de ver las relaciones humanas se correspondía a una visión generalizada en su época y que daba como resultado conductas alineadas con tal percepción del mundo.
Obviamente, las cosas han cambiado en la sociedad; lo que implica nuestra adaptación a nuevos paradigmas.
Un gran abrazo.
Las ideas inculcadas en nuestra niñez a veces no podemos comprenderlas porque no están pensadas por nosotros mismos, Descartes recomienda analizar de vez en cuando tus propios pensamientos y desechar los que quedan obsoletos y los que no parten de tu propio razonamiento. Tu vida cambia, tu pensamiento también debería cambiar. Es la forma de ver las cosas de acuerdo a ti mismo: las cosas son como son, depende cómo las interpretes. Pues en el fondo se trata de sobrevivir adaptándonos al medio, a las cosas que nos rodean avanzando por esos caminos inciertos que dices. Es la mejor forma de desarrollar nuestros recursos intelectuales y físicos. Salir de la “zona de confort” es lo que promueve un nuevo pensamiento y nos da alas. Podemos sentirnos incluso libres.
ResponderEliminarBueno Arturo, igual me enrollo pero es a donde me han llevado tus palabras. Un abrazo.
Antonia:
EliminarMuy bueno lo que planteás.
La gente de Relaciones humanas denomina a ese proceso "adaptabilidad al cambio" y es uno de los parámetros medidos en el rendimiento y calificación de un trabajador.
He conocido gente necia, que pese a los resultados negativos de su accionar, reincidía en conductas inapropiadas.
Un gran abrazo.
En la infancia nos inculcan unas ideas, de acuerdo a la mentalidad de nuestros padres, pero a medida que vamos creciendo, vamos madurando con las experiencias que vamos viviendo, con nuestros fracasos, con las personas de nuestro entorno, etc, es así como nuestra mentalidad va madurando, y esto es como una ruleta, porque nosotros vamos inculcando a nuestros hijos nuestras ideas de acuerdo a nuestra mentalidad, después ellos, irán creciendo y cambiando.
ResponderEliminarInteresante tu entrada, amigo Arturo.
Un beso.
María:
EliminarEl proceso de la crianza contiene la acción de enseñar. Una labor indelegable para los mayores.
Se podrán dar dos casos: que formen al niño a partir de sus propios conceptos aprendidos o que repitan la enseñanza recibida de sus mayores.
Cualquiera de ambas resultará inútil, excepto en lo referido a los valores humanos. Aquel que fue criado en un ambiente de preceptos virtuosos, podrá cambiar; pero lo podrá hacer dentro de un pensamiento ético y moral. Aunque una cosa, no sea garantía de la otra.
Por suerte, al tratarse de seres diferentes, habremos de evolucionar de maneras diversas, para beneficio del conjunto.
Besos.
A mí me sigue sorprendiendo lo diferentes que somos todos y, por otro lado, las personas interesantes que tienen algo que aportar.
ResponderEliminarCuando ves lo mal que anda el mundo te das cuenta de lo importante que es la educación recibida y la capacidad del individuo para tomar el camino adecuado. Luego está lo otro: la manipulación de los poderes como la prensa o los políticos; los intereses de las multinacionales, la religión y su terrible poder,...
El caso es que podemos cambiar muchos aspectos con nuestra actitud y, paradójicamente, somos peones de los que juegan la partida con nosotros.
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Mos:
EliminarSi partimos de la base de que la partícula elemental de la matería, el átomo, cambia de forma de un instante a otro; fácil es concluir en que esa propiedad le es transmitida a los cuerpos que lo contienen.
Esto nos lleva directamente a concluir en la existencia de diferentes capacidades de adaptación y de aprendizaje de la gente. Y podemos entender que haya probos y deshonestos en todos sus grados.
Esto explicaría la existencia injusticias en el mundo, resultado directo del accionar de los desleales.
Ahora, al considerar que ningún fenómeno se da en igual intensidad, concluiremos en intuir cuáles son las razones para que haya mejores y -también- peores sociedades.
Un gran abrazo.
Sólo se me ocurre una frase Arturo: Vivir y dejar vivir...
ResponderEliminarExcelente artículo amigo.
Te dejo un abrazo.
Luis:
EliminarGracias por tu comentario.
Sí, tenés razón. Eso mismo lo decía siempre un amigo mío: "lo único que pido, es que me ayuden a vivir".
Un abrazo grandote, mi amigo.
Arturo, si nos dieran un manual con todas las soluciones al "pasatiempo de la vida", estoy convencida de que aún sacando sobresaliente en el exámen final, no acabaríamos de entenderlo muy bien.
ResponderEliminarLo bueno es descubrir, paso a paso.
Un beso.
Laura:
EliminarEntre otras cosas, la vida está asociada al entorno y a la personalidad del individuo involucrado.
Como bien dices, cada instante es diferente a cualquier otro que haya sucedido en el pasado; solo nuestra mente es capaz de darnos -cada tanto- esa ilusión de la reiteración, con su evasivo déjà vu.
El aprendizaje es incesante, desde antes aun de los hechos que podemos recordar, hemos aprendido cosas nuevas. Y seguiremos en ese camino, por el resto de nuestros días.
Un beso.
Buena entrada Arturo. Al mismo tiempo, los errores, cuando se producen son cada vez más difíciles de detectar, también progresan, son menos pero mejores.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jaal:
EliminarMuchas gracias por tu comentario.
Dices bien, con el tiempo nos hacemos más expertos, de modo que haremos las cosas de mejor forma... aunque por senderos equivocados.
A veces nos damos cuenta de ello, pero tal revelación no nos evita el remordimiento causado por el tiempo perdido.
Algunas decisiones que resultaron mal, nos dejan consecuencias que es imposible obviar; es entonces cuando se torna crítico decidir si se ha de persistir en el error, o se decide comenzar de nuevo.
Un gran abrazo.
"Se hace camino al andar" decía Machado.
ResponderEliminarY al mirar, y al sentir y ... al vivir. Cómo no!
José:
EliminarEso es lo bueno de la vida: nada está escrito.
El derrotero de una vida dependerá de muchas cosas fortuitas y de la capacidad de cada uno, también.
Un gran abrazo.
TEnemos la posibilidad latente de elegir nuestro camino.
ResponderEliminarNada se nos da hecho. Todo está por crear en el día a día y depende de nosotros mismos el seguir una u otra senda.
Quizá lo más fácil sea recorrer el camino que ya está allanado por otros pero, normalmente, la senda fácil conduce a un destino equivocado.
Buena reflexión.
Un abrazo.
Belén:
EliminarLo que dices es completamente cierto.
Nos guía el libre albedrío, que nos da la oportunidad de elegir siempre.
Por lo tanto, a la vuelta de casda esquina, nos esperan los aciertos y las equivocaciones; puesto que la infalibilidad no existe.
Por supuesto que en nuestro proceder seguimos una guía, una conducta, aunque sería más apropiado decir que emulamos a otros.
Un gran abrazo.
Supremas y reflexivas letras nos obsequias querido y admirado amigo. Infinitas gracias por concedernos el privilegio de ser testigos de estas. Muchos besinos y feliz fin de semana te deseo con inmenso cariño.
ResponderEliminarOzna:
EliminarMuchas gracias, una vez más, por tus dulces palabras.
Yo también te deseo un muy buen fin de semana, que espero también sea por allá de cuatro días, como aquí (por los carnavales).
Besos y cuidate del frío boreal.
Hola Arturo, me gustaría que visitaras mi blog y leyeras el nuevo reto que he planteado. Estaré encantado con tu participación.
ResponderEliminarUn abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Mos:
EliminarYa pasé por allí. Me anoté con una simpleza, que espero les agrade a tus lectores y a tí.
Un gran abrazo.
Patrycja:
ResponderEliminarGracias por tu mensaje tan generoso.
He visitado tu blog de fotografía, que es tan interesante como bello.
Espero que seas polaca; puesto que, cuando era joven, he conocido a gente muy buena, de esa nacionalidad. Ellas eran la madre y la abuela de un amigo mío; se llamaban Adelaida y Lucía, respectivamente.
Un gran abrazo.
En el manual de la alquimia nos enseñan que todo lo aprendido es efímero y si lo analizamos puede ser cierto, todo sigue, todo va rápido, y lo que hoy nos sirve ya mañana hay algo mas actualizado… entonces sería bueno dejar actuar nuestros sentimientos, y vaciarnos de conocimientos, el instinto de pronto nos lleva a mejores sitios. A veces también es necesario desaprender.
ResponderEliminarEs un tema que da para mucho. Me ha gustado que nos invitaras a reflexionar.
Un abrazo
Susana:
EliminarEs verdad irrefutable el hecho de que todo cambia. Y ese cambio incluye nuestra manera de pensar.
Con el paso del tiempo, ganaremos en experiencia y desecharemos aquello que se nos presente como poco práctico, o errado.
Es en esos momentos en que debemos tomar decisiones acerca de nuevas maneras de conducirnos. Son los tiempos de buscar cosas nuevas, reemplazar nuestros paradigmas por otros diferentes, unos que pudieran ser más acertados. Es la eterna búsqueda.
También aciertas cuando dices que el tema da para mucho más.
Un gran abrazo.
Arturo.." Atisbos "
ResponderEliminarNos enseñan lo mejor del camino y con cautela
debemos seguirlo hasta el final.
¡¡¡ Interesante !!!
un beso
Doris Dolly:
EliminarEs casi seguro que las bases de nuestro accionar provienen de las enseñanzas de nuestra infancia y adolescencia. Es luego, al crecer y madurar, que generarmos nuestro propio pensamiento, que posee algunas certezas e infinidad de dudas.
Dichosa aquella persona que haya sido criada en un marco de ética y moral virtuosas.
Un beso.
Hola, soy Luisa.
ResponderEliminarVengo de leer tu comentario/micro en PFD, gracias.
Con tu permiso, lo publicaré este mismo domingo (hora española) en "Microrrelatos al por mayor"; si no quieres, por lo que sea, o... lo que sea, simplemente dímelo.
Eso sí en la versión que publicaré, voy a hacer que la mujer se asombre (no se sombre) y la hija sea alta (no alto). ¿Te parece bien?
Veo que tienes un blog muy visitado, eso es buena señal. Felicidades. Me asomaré más por aquí. NO será la última vez que me leas.
Un beso, Luisa, y para cualquier cosa.... ya sabes donde estoy.
Luisa:
EliminarEs un gran honor para mí que visites mi blog y comentes en él. Imagina entonces mi sano orgullo de que publiques un pequeño texto mío. Por supuesto que tienes todo mi permiso.
Y sobre el asunto de leerte, es seguro que en pdf lo haré...
Un beso.
En la manera de actuar llevamos una impronta de la que a veces no somos tan conscientes como los que nos observan que nos viene de los aprendizajes y educación recibida en nuestra infancia.
ResponderEliminarFeliz fin de semana Arturo
Pilar:
EliminarMuchas gracias por tu visita y por tu comentario.
Nuestra diversidad, muy manifiesta dentro de nuestro grupo familiar, no alcanza para diferenciarnos cuando estamos fuera de él.
Pues, ¿cuántas veces nos han dicho que hablamos igual que nuestro padre, o algún hermano? Y lo mismo vale para las costumbres, los códigos familiares, los vocabularios, tan diferentes a los de la otra gente. Ya lo ves, nnadie puede decir que es tan diferente a los suyos y eso es debido a las enseñanzas recibidas.
Que también pases un muy buen fin de semana.
Un gran abrazo.