Alcanzar grandes logros durante la juventud puede ser terrible, si tales sucesos no habrán
de repetirse luego. Cuanto
mayor sea la magnitud del éxito con que se coronaron aquellos emprendimientos,
mayor será la carga emotiva que habrá de soportarse, al tratar de repetir tales
momentos.
Tanto
peor será el tormento si estuviesen obligados a proseguir en esa misma senda
por el resto de sus vidas.
Esto
explica las incomprendidas acciones tomadas por ciertas personas, quienes luego
de encontrar singular trascendencia en algo, desaparecen luego de la escena,
para dedicar el resto de sus vidas a otra actividad que, por lo general, nada
tiene en común con aquella otra, exitosa, a la que se los asocia por siempre.
Más
patéticos se presentan aquellos otros, los que pretenden reeditar de continuo
aquellos tiempos irrepetibles, pues caen una y otra vez en una conducta
similar, mientras aplican una fórmula que ya no puede lograr aquel objetivo.
Estas
conductas se pueden apreciar a diario y en todas las personas: ya sea un
anciano que se hace el galán ante una muchacha apetecible, o una veterana que
se hace la inocente, cual colegiala crecidita; un político quemado que sigue en
la lucha con las mismas imposturas de antaño, que ya nadie cree, un gordito que
quiere hacerse el atleta que fue, o el jugador de fútbol que hace siempre esa
gambeta; todos ellos son como el berrinche reiterado y ya poco efectivo de un
pequeño...
Por ello
es tan valiosa la inventiva y la renovación: ayudan a no caer en tales vicios.
Muy
diferente es el caso de quienes recuerdan a aquellas épocas con algo de nostalgia y una serena
alegría. Son quienes se han librado de esa carga.
Ojalá nunca nos veamos en esa tesitura, la de resultar cómicos, o dignos de piedad, por no asumir el paso del tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo grandote, estimado Arturo.
Isabel:
EliminarTienes toda la razón: en la medida en que nos adaptemos a nuestros tiempos estaremos a salvo de tal calamidad.
Si hay algo que es imposible, eso es detener el mundo en nuestros momentos de dicha. La vida al fluir nos hace crecer y madurar; en ese contexto, ¿qué sentido tendría retroceder al pasado?, sería una acción sin sentido, como ir hacia atrás en el juego de la oca.
Un gran abrazo para ti.
En verdad el éxito los transporta a otra galaxia,y no se dan cuenta que otros talentos hambrientos de éxito vinen con grandes innovaciones sentimentales y materiales.
ResponderEliminarSaludos
José:
EliminarEsos personajes quedan autocomplacidos por la imagen congelada del espejo.
El caso de la ilustración nos muestra a unas personas que han quedado obligadas a representar por siempre los mismos personajes, sin posibilidad de cambiar. Nos muestran otra forma del mismo fenómeno.
Saludos cordiales.
es asumir que los años pasan irremediablemente
ResponderEliminarsaludos
carlos
Carlos:
EliminarAlgunos creen asignarle a las arrugas del espejo la exclusividad del paso de los años, sin entender que es un hecho más profundo, que afecta a nuestra persona en un todo.
Aquella persona que asuma su crecimiento y se esfuerce en mantener una apariencia joven, habrá ganado en experiencia y será agradable a todos.
Un gran abrazo.
Me hizo acordar a los personajes de Jacinta Pichimahuida. No hubo uno que haya tenido buena estrella después o el caso del protagonista de Mi pobre angelito. Creo que el primer error no locometen los chicos sino los padres que los entusiasman al cohete con castings y situaciones que nada tienen que ver con lo que un niño debería experimientar. Para trabajar, ya tendrán tiempo cuando entren en la juventud.
ResponderEliminarSaludos van, Arturo. Como siempre, un placer leer tus textos
Sandra.
EliminarY no te olvides de las niñitas de los concursos de belleza. Yo ví un documental que mostraba ese atroz fenómeno donde los padres "cosificaban" a esas niñas chiquitas, por unos pocos dólares.
La película "Magnolia" nos muestra el drama de los chicos precoces y su destino con el tiempo.
El caso de Mickey Rooney y de Judy Garland es paradigmático: drogaban a los chicos, para que pudieran filmar más y mejor. Esas adicciones, con el tiempo, terminaron con ella, la dulce "Dorothy" del Mago de Oz.
Quizás sea mejor que todo suceda a su tiempo y no antes.
Un abrazo grandote para vos.
Que brillante reflexión amigo, esto es muy parecido al "Viejaso", no nos damos cuenta que ha pasado mucho tiempo, las canas nos dan vivencias, pero no debemos olvidar que la sociedad ha cambiado.
ResponderEliminarMe gustó.
Un abrazo amigo.
Luis:
EliminarAquellos hombres que pretenden reverdecer viejos laureles, cuando "la máquina" ya no da más, resultan patéticos.
Eso no quiere decir que renuncien al amor, solo que lo intenten desde la edad que tienen y no con simulaciones ridículas, tanto en la apariencia como en la conducta.
He visto también a ciertas veteranas, con faldas demasiado cortas para su edad, que dejaban al descubierto lo que en otro tiempo era atractivo.
Se sabe que todos aplicamos en nuestra vida el método del acierto y el error. Aquellos que insisten en adoptar conductas ridículas, solo ponen de manifiesto sus fallos.
Un enorme abrazo, mi amigo.
Arturo..." La pesada carga de ....."
ResponderEliminarAdemas de lo que has comentado, esos cantantes de èpocas pasada que vuelven a aparecer, no se resignan a que les ha pasado el tiempo...no todos, por ejemplo Palito Ortega, mantiene su estampa de cuando era joven y su misma manera de cantar.
Todos tienen derecho a elegir lo que le agrada, pero tomarse un momento a pensar, si se ha retirado con aplausos para que exponerse otra vez con màs edad.
¡¡¡ interesante nota !!!
un beso
Doris Dolly:
EliminarEn mi casa la cuestión del changuito tucumano que mencionas siempre ha sido tema de discordia.
En lo personal, nunca me gustaron sus canciones, mientras que a mi esposa (una catamarqueña nacida y criada a diez kilómetros del límite con Tucumán) son de lo mejor y él es su ídolo.
A título indicativo, no sé si recordás a los uruguayos de Hiperhumor, que siempre le atribuían la frase falsa de: "yo canto porque me gusta, no porque sepa cantar", por lo que no requirió muchas dotes vocales nunca. Sin embargo, desde su lado humano, merece todo mi respeto, porque se hizo de la nada y ha formado una exitosa familia, también.
La lista de cantantes (de ambos sexos) que ya no pueden cantar ni el arroró es inmensa. Mucho ha tenido que ver el poco cuidado que hicieron de su salud y sus excesos. Por el contrario, Lolita Torres siempre cantó de maravillas.
Besos.
ARTURO,el pasado octubre en el "city center" (CASINO DE ROSARIO) estubo unos de mis ídolos de la canción romántica,Nicola Di Bari",hoy con casi 73 años,te confieso que no fuí a verlo por miedo a la desilución, imaginate la naturaleza no fué muy generoso con el pero me enamoraba cuando en los años 70 escuchaba sus dulces canciones.Por las dudas me quedé con ese recuerdo.
ResponderEliminarMeryross:
EliminarNicola di Bari era uno de los cantores más famosos en mi época de disc jockey- cuidador del guardarropas. Sus discos eran de la RCA (los de la etiqueta color anaranjada).
"Zíngara", era su canción más famosa; "Trotamundos" y "El corazón es un gitano", "Un gran amor y nada más", son algunos de sus otros tantos éxitos. Son melodías que todos cantábamos...
Esas canciones se corresponden con un tiempo donde el amor era romanticismo, deseo sano de la compañía de la chica, o del muchacho, que te gustaba. Bailes lentos y corazones cercanos, al mismo ritmo...
Hoy la distancia entre los corazones pareciera haber aumentado, quedó al simple nivel externo de la piel.
Hace ya unos cuantos años, lo ví en la televisión, con su voz ya apagada, y sentí pena.
Como decís: es mejor guardar el mejor recuerdo.
Un beso.
Hay gente que no sabe quemar etapas, se queda como en un bucle años y años sin pasar página a una etapa que está muerta hace tiempo.
ResponderEliminarEL caso de los artistas, la mayoría de las veces es por necesidad económica disfrazada de nostalgia.
El que tiene el riñón bien cubierto rara vez vuelve de viejo.
Besazo
Dolega:
EliminarEs como tú dices; a diario veo gente "congelada" en el tiempo.
Supongo que eso de repetirse es parte de la naturaleza humana, que reitera aquellas técnicas que le dieron buenos resultados.
Los artistas, por su grado de exposición, son los casos más conocidos, pero hay infinidad de gente simple que reitera su conducta, aun cuando ya no les da el resultado esperado. Lo podrás ver en esos negocios que no cambian nunca su apariencia y hoy lucen anticuados y aburridos.
Besos.
Pero ¡cuánta razón en tus palabras Arturo!. Ante esa situación yo prodigo el "reinventarse", porque no se puede vivir el resto de la vida de algo que una sola vez te hizo paladear las mieles del éxito, a no ser que ...seas escritor...jijiji...en cuyo caso ¡retiro estas palabras!.
ResponderEliminarUn abrazo Arturo
Laura:
EliminarEs curioso ver que un escritor de éxito posee una, o dos obras de alto nivel, con las que se lo identifica por siempre. Los demás esfuerzos que pudiera haber hecho para mantenerse en el centro de la consideración general son repeticiones de aquellas fórmulas probadas, o intentos fallidos en la búsqueda de algo novedoso (como cualquier hijo de vecina).
A solo título ilustrativo, ¿cuántas veces se cambia de peinado en la vida? Imagino que muchas; lo que trae a mi mente que cada una ha sido una búsqueda. ese a ello, conozco gente de un solo peinado en toda una vida...
Un gran abrazo.
Me gustó el artículo Arturo, desgranaste unas cuantas verdades sobre el pasado y el presente de algunos exitosos. De todo estamos en la viña del Señor... Hay quienes son llevados por el afán de "no verse acabado", otros por necesidades económicas....
ResponderEliminarHace poco vi un reportaje a Sara Montiel, una gran mujer y actriz y me dio tanta pena, preferí no verla. Creo que envejecer es tarea difícil....
Abrazos querido Arturo.
Genessis:
EliminarYa que mencionas a Sarita Montiel, hay que agregar que esa belleza que poseía era notable, lo que hace que el paso de los años se torne algo horroroso. Esto es aplicable a casi todas las mujeres famosas por su hermosura.
Entre los hombres sucede otro tanto, galanes que enamoraban a las muchachas quedaron encasillados y hoy son patéticos; otros, como el recordado Juan Carlos Thorry, cambiaron su rol artístico con el paso del tiempo y siempre fueron exitosos durante su vida.
Digamos también que las cábalas actúan como retardadores del cambio; por ejemplo: una chica que sale ataviada con un adorno determinado y tiene la suerte de conocer a un chico que le gusta, es seguro que seguirá empleando tal adorno, su amuleto mágico.
Un abrazo grandote.
lo que me he reído yo con esta serie, la veía cada día y opino que eran geniales, pero segundas partes nunca fueron buenas, y cuando se gasta la risa y se marea mucho la perdiz, mucho mejor dejarlo para que nos deje un buen sabor de boca.
ResponderEliminarSALUDOS.
Ana:
EliminarSucede que hay éxitos de cierta clase, que siempre perduran. Me refiero a los clásicos.
Una escultura, una pintura, un libro, una composición musical, una puesta en escena de una obra de teatro, ballet u ópera, tendrán asegurada la inmortalidad cuando la genialidad artística, la innovación tamática o una técnica novedosa se encuentren allí representadas.
El resto, es decir, la gran mayoría, solo podrán alcanzar sus quince minutos de gloria (Warhol dixit).
No puedo imaginarme a Bach, Mozart o Beethoven en un papel ridículo, al reiterar la ejecución de sus obras. ¿Podrías tú imaginarlos?
Un gran abrazo.
Hola Arturo, en lo que has escrito cuanta razón que tienes, muchas veces da una pena inmensa ver a ciertos personajes sea de lo que sea, que yo creo que por necesidad económica hacen todos los días el ridículo, haciendo lo que en su tiempo quizás tuvo éxito pero al cambiar los tiempo eso ya no gusta ni tiene gracia, pero hay los tienen día tras día y da pena verles, en cambio otros que quizás tuvieron mas vista y supieron dosificar tanto éxito como dinero se mantienen al margen y eso les hace ser respetados y con un gran recuerdo, y quizás tampoco este muy bien económicamente pero se mantiene retirado o trabajando en algo que no tiene nada que ver que su otra vocación, pero los hay como los anteriores que no se amoldan a trabajar en otras cosas diferentes y se aferran a lo que tuvo éxito y así les va.
ResponderEliminarEstán los ejemplos que tu has puesto de las personas que quieren seguir aparentado una edad que no les corresponde, y eso si que da muchísima pena ver como hacen el ridículo tontamente sin tener el porque, esa señora mayor que se comporta como una quinceañera en todos los aspectos, la verdad que no consigue otra cosa nada mas que se rían de ella, lo mismo que el señor mayor que quiere aparentar lo que no es delante de las jovencitas, y lo único que consigue es eso hacer el ridículo, en fin Arturo, pienso que cada época y edad en las personas están para eso disfrutarlas lo mejor posible y dejarlas pasar, no anclarnos en ellas y hacer el ridículo constantemente.
Besos.
Piruja:
EliminarValen tus dichos para una situación que presencié y que podría ser ejemplo de lo que dices.
Hace ya muchos años atrás, había un programa de tango en la televisión; allí solían cantar aquellos intérpretes que ya habían pasado su mejor momento, junto a noveles cantores.
Una noche, se hizo un homenaje a Francisco Canaro, ya fallecido, por lo que entre las mesas allí dispuestas como decorado, estaban aquellos cantores de ese tiempo pasado. como no podría ser de otro modo, se los invitó a cantar a esos hombres, ya jubilados, con el resultado que es de imaginar: voces gastadas, más alguna desafinada, ante la falta de registro, etcétera.
Hasta que le tocó el turno a un viejito, que -para nuestra sorpresa- cantó de maravillas, aun mejor, incluso, que todos los intérpretes del programa. Tenía la voz intacta.
Se había retirado en plenitud, como tú dices.
Besos.
Así es, todo tiene su tiempo.Nadie esta permanentemente vigente je, je.
ResponderEliminarMe quedaré por aquí leyendo más, si no te importa.
Mis saludos.
Rayén:
EliminarEres bienvenida a este espacio de pensamientos informales; agradezco tu comentario y tu visita. Solo espero que tu recorrida te resulte grata.
Saludos Cordiales.