miércoles, 1 de febrero de 2012

El regalo insólito

En este asunto de los regalos para la madre en su día había, entre los pibes de la barra, un par de hermanos que tenían un récord inigualable.
No tuvieron una mejor idea que la de regalarle un disco de vinilo, de aquellos denominados larga duración, o “long play”, muy comunes para ese entonces. Estos elementos se reproducían en tocadiscos eléctricos, a treinta y tres y un tercio revoluciones por minuto.
Relatado hasta aquí, se podría decir que el obsequio se encuadra dentro de lo previsible para a época y -a la vez- que no resulta para nada original.
Es seguro que para hacer posible tal obsequio, en primera instancia los hermanos debieron convencer a su padre, de modo que les diera el dinero necesario para la compra del presente para su madre.
Y es de suponer, que este hombre habrá pensado que sus hijos le regalarían a su esposa el disco de algún intérprete italiano, como ellos; quizás el último éxito de Doménico Modugno, de Rita Pavone, de Mina o de Nicola di Bari, muy famosos por aquellos días.
Pero, el disco en cuestión se trataba de “Hey Jude!”, interpretado por los Beatles.
Lo que no puedo imaginarme, por más que me esfuerce en ello, es cuál habrá sido la cara que puso la madre cuando desenvolvió el paquete; ni cuáles fueron las caras que luego pusieron mis amigos, cuando tuvieron que darle al padre las explicaciones del caso.
      

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