Hace unos cuantos años, en el
norte argentino, mientras descansaba en un albergue, tras trabajar todo el día
en el campo, llega mi compañero de cuarto y me inquiere:
-¿Vio lo que le pasó a la gordita
ésa?, -se refería a una muchacha joven, teñido su cabello de rubio y que andaba
todo el día con la escoba en la mano.
-¿Cuál, la mujer del dueño?
-No es la mujer del dueño: llegó
al "hotel" junto a un viajante, quien la dejó aquí mientras iba a la
ciudad vecina a cobrar unos cheques. Ya hace tres días que él se fue. Desde
entonces el dueño del hospedaje le da albergue y comida a la chica, hasta que
vuelva el otro y le pague todo.
En ese momento, malsanamente
empezamos a reír a lo loco. No descartamos alguna contraprestación en pago. Al
fin, mi compañero lo remató con:
-Hoy hay cada desesperada, que
agarra cualquier cosa...
La historia se la había contado, entre lamentos, el dueño del albergue.
Gran elemento que culminara con la risa malosa. Como las caricaturas de un perro que se llamaba "Lindo pulgoso", que se reía al final de sus maldades.
ResponderEliminarEspero sigas major. Un abrazo.
Carlos:
EliminarY el viajante se salió con la suya...
Un gran abrazo.
Errata: mejor, pero ésta máquina tiene un error que malcorrije cada vez que pongo mejor, lo cambia a major, y si se me pasa corregirlo yo,así queda.
ResponderEliminarSon las delicias de la corrección automática.
EliminarOtro abrazo.
Hola Arturo, yo creo que en vez de desesperada lo que hay que decir el caradura de el, por que siempre se le hecha la culpa a la mujer? y en cambio a el hombre se le encumbra cuando hace una "machada" o como se llame como estas?, el caradura se aprovecha de la chica que vete a saber lo que el otro le dijo la abandona y encima se ríen de ella, lo de siempre, sacar o inventar cosas sin saber en realidad lo que ha pasado o pasa, eso en mi pueblo es de ser chismosos, metijosos, alcahuetes....
ResponderEliminarEspero amigo que vayas mejor, es una alegría ver cuando publicas, cuidate mucho vale?
Besos.
Piruja:
EliminarSucedió tal como lo expuse.
La noche anterior pude observar como el dueño le servía alimento a su "esposa" y pensé que eran otros propietarios que promocionaban su comedor.
Cuando recordé que él no sonreía me tenté de la risa.
Gracias por tus deseos.
Besos.
Uno ya se olvida de todo...
ResponderEliminarSaludos!
José:
EliminarSí,en especial las novias.
Un abrazo.
Ese como dicen acá en España, se fue a buscar tabaco y jamás regresó :P
ResponderEliminarLa risa malsana no se puede evitar en según qué circunstancias :P
Besazo amigo.
Dolega:
EliminarImposible no sonreír al ver el rostro del hotelero engañado.
Besote.
Hola querido Arturo,
ResponderEliminarquè gusto leerte amigo, còmo estàs?
Espero tutto ok
Te mando un abrazo grande.
Genessis:
EliminarMuchas gracias por tu interés,estamos adaptándonos.
Un gran abrazo.
Que malossss.
ResponderEliminarUn beso Arturo
Pilar V:
EliminarSin dudas, la chica se habrá ido sin pagar y el dueño aun recordará la estafa.
Yo, todavía me río...
Un beso.
"El que solo se rie de su malicia se acuerda".
ResponderEliminar;o)
Y cuantas historias así hay a diario, el dueño quedó con la sangre en el ojo, la chica abandonada a su suerte y el malicioso disfrutando su proceder. Muy argentino...
ResponderEliminarUn abrazo.
Pobrecilla. Encima de lo uno lo otro...
ResponderEliminarMenbos mal que, antes o después, la vida pone a cada uno en su lugar.
Un abrazo.