miércoles, 6 de noviembre de 2013

De velorio


Hoy a la mañana, sonó el teléfono de casa, trajo malas noticias: falleció Pedro Gonzaletti.
Me llamó Pepe Fantagasi, uno de los muchachos de la oficina quien, junto a Pedro, aun no ha alcanzado la jubilación.
Recuerdo que me dijo:
- Se nos fue Pedrito, macho. Lo velan en Canalejas 7769, primer piso. Se lo llevan a las cuatro, apurate.
- Gonzaletti, el bonachón de Gonzaletti…
Tipo callado, tímido; pero que se prendía siempre al grupo de los jodones. De risa contagiosa, festejaba las ocurrencias más insólitas; si hasta hacía que viéramos al amargo de García como un gracioso consumado…
Y así, con una gran tristeza en mi alma, llego a la puerta de la casa velatoria, me dirijo al primer piso por la escalera y entro a la sala.
Está llena de desconocidos. Sin dudas, familiares y amigos diversos de Pedro. A su mujer, la habré visto por última vez hará quince, veinte años…
Está muy avejentada, gorda y teñida de rubio. Se esconde tras unos anteojos negros enormes. Me parece que no me reconoció. Pobre.
Para juntar coraje y poder ver a mi amigo sin descontrolarme, trato de ambientarme.
Alguien ofrece una copita de anís, la acepto y me acerco a un grupo, que habla por lo bajo. Quizás me cuenten cómo fue.
Un gordo setentón, pelado y con mostachos dice:
- ¡Qué barbaridad!, ¡vean qué modo de partir!
- Se veía venir, Doctor Donati, lo perdió uno de sus vicios. - Dijo un dientudo, de ojos diminutos y vestido con un traje cruzado.
Al escuchar esa palabra, una sensación de maliciosa curiosidad recorrió mi cuerpo: ¿qué vicios? Yo no le conocía ninguno. Por caso, al pobre Gonzaletti nunca lo vi fumar...
- Clago. Guecuguentemente, se tomaba sus copitas de ginebga. - Acotó un petiso gangoso.
- Y mejor no hablar de su conocida ludopatía. Es imposible saber cuántas veces se jugó el sueldo y lo perdió. – agregó el castor.
- ¡Qué imprudencia! – Se indignó el doctor.
Y es ahora que abre la boca un morocho, para decir su primer bocadillo:
- Según la declaración del travesti, que estaba con él, se quedó muerto, como dormido…
- Incrédulo, salí a fumar un cigarrillo, mientras resonaba dentro de mi cabeza:
Gonzaletti, el bonachón de Gonzaletti…
En la puerta, fumaba Pepe Fantagasi, estaba con sus ojos brillosos. Emocionado, me dice:
- ¡Qué desgracia, macho!, ¡pobrecita la mujer y los pibes, che!
– Y, no es para menos.
- ¡Morir de esa manera!
– Terrible.
- ¿Cómo no se cuidó al enchufarlo? Era algo que hacía siempre…
- ¿En serio?
– Pero, ¡si lo hacemos todos!
– No, yo ni en pedo.
- ¡Dale, boludo!, a vos, ¿quién te va a cambiar las lamparitas quemadas?
- ¿Eh?
- Por culpa de ese velador de mierda, en cortocircuito, lo perdimos a Gonzaletti.
- Perdón, ¿en qué piso lo velan?
– En el primero, como te dije, al fondo.

46 comentarios:

  1. Juaaaaaa!!!!!
    Por eso es mejor oír que hablar.
    Incluso observar que hablar.
    Hablar es para sabios o inconscientes...
    Aunque tristemente es nuestro deporte nacional!
    Saludos!!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. SILDELSUR:
      Suerte que nuestro personaje, no dijo nada, porque la boca es seguro que la abrió... de la sorpresa.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  2. De lo triste me llevaste a otra escena....Sí que sos un buen actor.
    Te leo como siempre con mucho entusiasmo y no me defraudas...
    Abrazos amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Genessis:
      Ya se ve, una historia que pintaba como muy triste, dio lugar a un poco de humor negro.
      Muchas gracias por tus palabras.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  3. jajajajajjaja Absolutamente genial jajajaj
    Ahora, tenía vecinos poco recomendables jajjajajaja
    Besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dolega:
      ¿Te das cuenta? En vez de ir a despedirlo con piadosa resignación, al pobre finadito le dieron con el hacha...
      Bien que le habrían envidiado algo de su modo de vida.
      Un beso.

      Eliminar
  4. Jajajaja, sos buenísimo Arturo...
    Un beso grande

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eva:
      Se agradece mucho.
      Veo que te arrimó un momento de humor. A veces, eso solo ya salva el día.
      Un beso.

      Eliminar
  5. Se veía venir Arturo, muy buen relato, como siempre con tu toque de humor.
    Un abrazo amigo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Luis:
      Te lo cuento solo a vos. Este relato se me ocurrió tras escuchar al Doctor Tangalanga y su llamada a un travesti.
      Luego, describir al velorio y al equívoco fue sencillo.
      Un fuerte abrazo, mi amigo.

      Eliminar
    2. Arturo, Me permites publicar este relato en el foro?
      Por supuesto que a tu nombre.

      Eliminar
    3. Luis:
      Por supuesto, será un gran honor.
      Y muchas gracias.
      Un abrazo muy grande.

      Eliminar
  6. Jejeje. Me lo he pasado genial con el giro que has dado al relato.
    Me esperaba una sorpresa pero, aún así, me has sorprendido.
    Feliz día.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Belén:
      ¿Y te imaginas la cara del ex compañero cuando lo visite al finadito, tras haber pensado mal de él?
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  7. Bueno nos haces pasar del dolor a la risa, es un relato de serie negra. Maravilloso.

    un abrazo

    fus

    PD: Se muriò una tia de mi madre que hacìa muchos años que no la veìa, fui con mi mujer al velatorio en su domicilio particular, entramos dando el pèsame a todo persona que nos encontrábamos por los pasillos de la casa, cuando llegamos al féretro descubrimos que la fallecida no se parecía a mi tia...nos habíamos esquivocado de calle....que vergüenza pasamos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fus:
      Una vez más, la realidad superó a la ficción.
      Suele suceder que en las casas velatorias la gente se equivoque de sala. Pero, se da cuenta de inmediato del error cometido...
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  8. Este relato es la prueba leíble de que no hay velorio sin risas.
    Como siempre un placer pasar un buen rato en tu espacio Arturo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gloria:
      Muchas gracias, eres muy generosa en tus conceptos.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  9. Cómo cambia la percepción de las cosas "si no le conocía ningún vicio" hasta que está lleno de ellos pero seguimos pensando que era un santo. Menos mal que el cuerpo estaba al fondo.

    Muy bueno Arturo.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jaal:
      Muchas gracias por el comentario.
      Aunque este no sea el caso, es común descubrir lo diferentes que son las personas, con respecto a la idea que, de ellas y de antemano, solíamos tener.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  10. Suele suceder que en los velatorios se ensalza hasta el empalago las virtudes del finado: ¡ay, que buena persona era! no se metía con nadie, nuca dijo nada malo, era un pedazo de pan...etc., todo son elogios para el muerto, al menos en los velatorios a los que yo he asistido es lo que sucede. en fin, a mi me gustaría ver cuantas cosas bonitas dirán de mi una vez que cierre el ojo :)

    Otra cosa muy diferente es que te equivoques de muerto jaja
    Te echaba de menos, amigo Arturo. un abrazo ¿sigues bien de salud?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ángela:
      Lo que dices es cierto y parece ser universal. Salvo en este caso, donde el finado había sido un desastre en vida.
      Solo se necesitó de alguien que no sabe explicar para tener este cuento.
      Te agradezco tu interés por mi salud, que se empecina en desmejorar.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  11. Arturo, has conseguido imaginarme la escena y sacarme una amplia sonrisa.
    Todo un enredo magistral.
    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Mos:
      Me alegro mucho; porque la idea de este cuento era lograr que el lector viviera un momento de humor.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  12. Jajjaja y yo que pensaba que iba a ser una entrada tristona, joer como cambió el relato.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. María:
      Imagínate cómo habrá sido la sorpresa del protagonista, mientras escuchaba las "hazañas"de su supuesto compañero muerto.
      Un beso.

      Eliminar
  13. Tienes una manera muy particular y colorida de describir a tus personajes. Equivocarse de muerto, guau! jajaja! Muy bueno!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Marilyn:
      Por estas latitudes, los velorios tienen todos ciertos patrones comunes.
      La existencia de casas velatorias ha dejado caer en desuso la costumbre de velar al muerto en su casa.
      Todo se despersonaliza.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  14. Jajaja, una equivocación...

    De todas formas el muerto equivocado tuvo que llevar mala vida, porque lo normal es que a los muertos los saquen a hombros y siempre hablen muy bien de ellos... :)

    Muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Misterio Azul:
      No hay dudas de lo canalla que había sido ese individuo.
      La prueba fehaciente de eello era el rosario de iniquidades que recitaban sus "amigos" y conocidos.
      Besos.

      Eliminar
  15. Je Je . El giro final del relato es más que bueno.
    Enhorabuena ... y gracias por el rato que he pasado!

    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. José:
      Agradezco con humildad tan generoso comentario.
      Saludos cordiales.

      Eliminar
  16. Hola Arturo, hacía tiempo no disponía de momentos libres para entrar a los blogs, así que he hecho uno nuevo y me dispongo a unirme en la red otra vez.
    Me encantó tu relato, muy cómico el giro final, lleno de asuticia.
    Te dejo un beso al alma.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Paula:
      Gracias por volver y, en especial, por acercarte a este lugar amigo.
      En tu blog no pude comentar; de modo que aquí va:
      Tu poema es un canto al amor, el mejor de los sentimientos.
      Y lleva tu impronta delicada y, a la vez, apasionada.
      Besos en el alma, también de parte mía.

      Eliminar
  17. Hola Arturo, hoy nos has contado algo muy triste. Pobre de tu compañero, de su esposa y de todos los que le queríais.
    ¡Ánimo!
    Un abrazo de consuelo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. María de los Ángeles:
      Para tu tranquilidad, te comento que es una ficción.
      Nada de esto ha ocurrido. Al menos, hasta donde yo sé.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  18. Me encanta como reflejas acciones cotidianas, cosas que pueden suceder, y haces tu crítica velada :)

    Muchos besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Misterio:
      Muchas gracias por tu amable comentario.
      En lo posible, respeto el principio de la credibilidad para los cuentos.
      Besos.

      Eliminar
  19. Arturo ....El velorio

    Ocurre eso en las salas velatorias, nos guiamos a veces por las personas que están en esos momentos alli.
    Anoche e ido a un cumple en un club y habia tres cumpleaños...ya entraba cuando pasa un mozo con la bandeja y me sirve un bocadito, suerte que le pregunté por la agasajada que no era alli, sinó hubiesen pensado que era una colada jaja

    ¡¡ me encantó tu relato !! cuentos igual ibas a escuchar jajaj

    besoss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Doris Dolly:
      Muy buena anécdota, me ha causado gracia.
      Cualquier crítica que hubieses hecho al servicio de lunch, buena o mala, sería una equivalencia con el argumento de mi ficción.
      Besos.

      Eliminar
  20. Arturo, no sé por qué ese blog no funciona de manera adecuada, así que ahora estoy usando otro, con este nuevo perfil, su nombre es arrebatos.blogspot.com... lo hice hace dos días...
    Quedo a la espera de tus nuevas publicaciones.
    Un beso al alma.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Paula:
      He tomado debida nota del cambio y procederé a actualizar el vínculo.
      Besos.

      Eliminar
  21. Ah blogarrebatos.blogspot.com es el blog que al fin funciona bien. Besos

    ResponderEliminar
  22. Habia comentado antes en tu pintoresco relato. No me había percatado de lo hermosa que esta la corona. La verdad es que hoy en dia hacen maravillas.
    ;o)

    ResponderEliminar
  23. ¡ Jajaja, muy bueno ! Lo que puede cambiar la opinión sobre una persona por un despiste.
    Me ha gustado su lectura.
    Saluditos de Carmen.

    ResponderEliminar

Me interesa conocer tu opinión respecto a lo que has leído: