martes, 25 de septiembre de 2012

Lo desconocido

Nuestra ignorancia en diferentes áreas del saber humano nos abruma. El conocimiento de la existencia de lo profundamente desconocido, en cambio, nos aterroriza.
Tal es el caso de la mitología más novedosa y extendida: la que se relaciona con la aparición frecuente de los objetos voladores no identificados (OVNI), vulgarmente denominados como platos voladores.
La causa primordial de esta predilección recurrente en el imaginario colectivo podría tener su fundamento en nuestra cultura eminentemente tecnológica; que obnubila por completo a la sociedad actual. No es ajena la inmensa cantidad de libros y artículos de ciencia ficción, como el que ilustra esta entrada.
Esta tendencia a observar cosas extrañas en el cielo viene desde tiempos remotos, cuando se asociaba todo a fenómenos religiosos.
Aquí, solo deseo enumerar una serie de observaciones que resultan cercanas a mí.
La primera vez que observé algo llamativo en el cielo fue cuando divisé el paso de un avión, o máquina alargada, a muy alta altura, era plateado por completo y se lo veía diminuto; lo llamativo era la falta del sonido de sus motores o la estela de vapor característica; además, la ruta que seguía era transversal a la que solían trazar a diario todas las restantes aeronaves.
Aquello que más llamó mi atención fue el hecho de que no avanzaba en línea recta con respecto a su eje longitudinal, sino que describía un ángulo con respecto a esta. Claro, entonces no conocía el concepto de deriva, debido al viento.
Poco tiempo después, en mi casa se comentó el extraño caso vivido por un matrimonio que tenía su domicilio sobre la calle Calderón de la Barca, entre San Blas y Juan Agustín García.
Según recuerdo, mi madre escuchó el relato de un vecino en la panadería del barrio, contaba este hombre lo siguiente: durante la noche anterior (era verano y dormían con la puerta de su dormitorio abierta, que daba al patio de la vivienda), se despertó de pronto, para ver aterrorizado como dos personajes extraños (no humanos) andaban por la pieza; intentó moverse, o despertar a su mujer, pero se sintió paralizado y sólo pudo ver lo que pasaba. Tras deambular por el interior de la habitación, estos seres se dirigieron hacia el patio donde ascendieron a un vehículo pequeñísimo, de formato esferoidal, que se encontraba posado allí (decía que era del tamaño de un Fiat 600) y partieron de inmediato en un silencioso vuelo vertical.
En ese preciso momento, según el relato de este hombre, pudo recobrar la movilidad y el habla; de inmediato despertó a su esposa y ambos huyeron despavoridos hacia la casa de los padres de él.
Según mi madre, el hombre estaba bastante asustado cuando contaba esa experiencia y expresaba que no quería volver a su casa. En verdad no sabía si creerle o no, pero comentaba que este hombre tenía unas ojeras impresionantes alrededor de sus ojos.
Quizás todo se tratara de una broma que este personaje hacía a sus ocasionales interlocutores, o solo se tratara de un sueño… o le habría caído mal el vino. Fuera lo que fuese, a partir de entonces, al pasar caminando frente a esa casa yo sentía una gran aprensión.
Cuando yo contaba con apenas trece años, durante un viaje nocturno en ómnibus, del Expreso Argentino hacia Mar de Ajó, la madrugada del dieciséis de enero 1966, quienes iban conmigo pudieron observar un raro fenómeno: una estrella del firmamento que se desplazó de manera extraña.
Y este calificativo le cabe a medida, pues su trayectoria rodeó a la luna llena (que a la sazón se encontraba ubicada en una posición a poca altura sobre el horizonte, hacia el oriente) como si describiese una órbita sobre ella. Se desplazó desde la parte ecuatorial de nuestro satélite natural hacia su parte inferior -si mirásemos la esfera de un reloj, hubiera pasado de la hora tres a la hora seis-, para luego descender verticalmente hasta perderse bajo el horizonte, ante la sorpresa de todos los observadores.
Para ese entonces, todavía no utilizaba lentes para corregir mi miopía, de modo que no pude ver casi nada del fenómeno; aunque mi madre, hermanos y primos, que compartieron ese viaje, lo observaron todo. Aquello que vieron fue motivo de comentarios variados y de asombro durante largo rato, enmarcados dentro de una atmósfera de curiosidad y de sorpresa.
Años más tarde, mi madre me contó que, en un atardecer, en ocasión de estar como acompañante de una amiga, internada en el Hospital Israelita, al mirar despreocupadamente a través de la ventana de la habitación, presenció una estrella que brillaba mucho. Con gran sorpresa vio como, tras permanecer largo rato inmóvil, esa luz comenzó a descender rápidamente hasta perderse de vista, entre los edificios lindantes.  Me dijo que, para su desgracia, su amiga dormía por efectos de los sedantes y no pudo encontrar a nadie cerca para participarle de la experiencia.  Pasan cosas raras cuando uno está solo. La razón más probable a tal evento podría ser que tal luz correspondiera al destello luminoso de los focos delanteros que poseen los aviones de pasajeros y que la citada aeronave, desde una posición lejana, se acercara hacia la posición de mi madre, para luego comenzar la maniobra de aterrizaje.
Si bien nunca le doy demasiada atención a la observación del cielo, jamás observé fenómeno alguno que escapara a lo esperable de la naturaleza: relámpagos, rayos, nubes, estrellas fugaces, algún meteoro de mayor tamaño y color verde fluorescente.
De modo que, salvo el fenómeno selenita, todo tuvo su explicación racional. Pregunto: ¿alcanza para concluir en algo este solo hecho?
  

20 comentarios:

  1. Arturo, "Yo no creo en las brujas, pero que las hay, las hay"
    Solo una vez vi algo extraño si saber que era.
    Siete u ocho años atrás en la localidad de Barrancas, estaba en el campo cuando cruzó a baja altura,(menos de 500 mts.)una bola de fuego brillante, calculo que eran tipo 16 hs, cruzo de este a oeste, la vió medio Barrancas ya que estaban enterrando al intendente, y la misma pasó sobre el cementerio, no llevaba gran velocidad.
    Que era, nunca supe.
    Un abrazo amigo.

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    1. Luis:
      Pudieron ser infinidad de diferentes fenómenos naturales, desde un meteorito, de poca velocidad relativa por una simple cuestión de perspectiva, un fenómeno de plasma (tipo luz mala), una centella, de la que algunos dicen que son antimateria (suena raro, pero en ese campo todo lo es), un misil (cuyo pequeño cuerpo quedaría escondido tras el fogonazo de la llama), una nube ionizada y reflectiva con el sol, etcétera.
      Hay muchos fenómenos extraños, que casi nadie conoce; por ejemplo: el gas Radón, que emerge del suelo y es fruto de la actividad del núcleo terráqueo. Es un gas peligroso para el ser humano por su radioactividad; por lo general, se eleva hacia la atmósfera y no causa daño.
      Un gran abrazo, amigo mío.

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  2. Debo ser demasiado racional que descreo totalmente de las historias de ovnis o avistamientos varios. Hay muchos que dicen encontrar pasto quemado con formas geométricas en el medio de la nada... No sé, Arturo, vos que has recorrido tanto nuestra Argentina quizás hayas escuchado esto.
    Pero si hay frase que me encanta usar cuando alguien no pinta en el laburo es "se lo chupó un ovni".
    Un placer leer tus textos, como siempre. Saludos van, maestro!

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    1. Sandra:
      En este tema soy escéptico por naturaleza, como en todo; pero, no soy un necio.
      Una mente abierta y con espíritu crítico habrá de descartar por falaces a todas aquellas historias no serias, o fantásticas, y prestará atención solo a las documentadas o de fuente cierta; como son las que aquí relato.
      Salvo el caso de la luz que orbitó un cuarto del perímetro de la Luna, el resto no tiene secretos acerca de su origen.
      Por ello, al considerar las probabilidades, mi experiencia habla de un caso raro por cada otros tres con alguna explicación; es decir: un 25% de casos irresueltos entre los raros.
      Pregunto otra vez: ¿alcanza para algo?
      Te envío un gran abrazo.

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  3. ARTURO sobre estas cuestiones siempre digo esta frase "no soy una necia para negarlo,ni una crédula para afirmarlo,yo nunca vi nada .lo cual no significa que no existan...(solo sé que no sé nada)
    Amigo,el relato de tu experiencia estubo genial
    besos!

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    1. Meryross:
      Tienes toda la razón, pues todo ese fenómeno es bastante escurridizo.
      Si te llevases por los fanáticos del tema, creerás que es algo tan común como ver pasar a un avión; mientras que, en toda una vida, solo se llegan a observar dos o -a lo sumo- tres situaciones desconcertantes, que bien pudieran ser fenómenos naturales que uno desconoce.
      Me llegó repetido tu comentario, de modo que solo publiqué uno.
      Besos terrícolas...

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  4. Pues yo sí creo en ovnis. Así de tajante soy. Yo no cuento las veces que he visto lucecitas raras en el cielo que brillan demasiado o cosas similares; pero te diré que cuando contaba con unos doce años, una noche de verano que estábamos en el pueblo al raso, vimos (mis amig@s y el cura), cómo aparecieron cinco luces en el cielo. Eran como focos y se situaron formando un cuadrado, y la quinta en el centro. Estuvieron quietas durante bastante tiempo, y de pronto a una velocidad impresionante, fueron desapareciendo una a una. Nos quedamos atónitos incluido el cura.

    Me ha gustado el tema de tu entrada.

    Un besote Arturo.

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    1. Teresa:
      Es un tema controvertido, pues se sitúa en los límites de los conocimientos -o quizás fuera de ellos-, lo que hace que nadie sepa bien de qué se trata.
      La última vez que observé algo raro fue no hace mucho tiempo: era un anochecer, como a eso de las veintiuna, en que íbamos a hacer unas compras y dos luces -tipo verde flúo- dejaban una estela tras de si en el cielo; describían una trayectoria como si hiciesen el famoso "patito" sobre el agua que logramos al arrojar piedras planas, duraron un segundo. Son ninguna duda, eran dos partes de un meteorito, que supongo poseería cobre (Cu) en su composición, u otro elemento que al ionizarse por la friccción tomara ese color.
      Solo una vez en mi vida me asusté mal: salía a la azotea de mi casa en una tarde nublada y con algo de niebla; de golpe, de entre medio de las nubes, ví aparecer una nave con sus ventanillas delanteras. Fue una fracción de segundo en silencio, hasta que el ruido de las turbinas me avisaron de qué se trataba.
      El corazón me dio un respingo, por culpa de ese avión de pasajeros que volaba tan bajo.
      Por eso, me imagino el gran susto que te habrás dado en aquella oportunidad junto a tus amistades y el curita.
      Un beso.

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  5. Curiosa pregunta y curioso artículo, amigo Arturo.
    Yo soy muy escéptico con esto de los OVNIS y apariciones extraterrestres pero a la vez, intento comprender y razonar que si el universo está compuesto de cantidad de galaxias y estamos en una de ellas, es muy posible que haya vida por ahí.
    La verdades que hay todo un a leyenda global sobre esto.
    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

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    1. Mos:
      Si uno toma como referente a J. J. Benítez, está comprando ciencia ficción. -si toma en cuenta los reltos de militares o la NASA, inmediatamente piensa en un complot, para esconder armamento avanzado de los americanos, Por caso, los testigos que vieron al avión ultrasecreto Stealth antes que nadie, fueron desacreditados y tomados como loquitos de los platos voladores...
      Dentro del campo de los especialistas están los mercaderes de lo fantástico (o lo terrorífico) y muy pocos con interés serio en el fenómeno. Precisamente, esta gente es la que desenmascara a los mentirosos y mitómanos. Pero, como en mi experoiencia, hay un número de eventos sin explicación.
      Un gran abrazo.

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  6. El tema ovnis es apasionante, no me va creer, pero tampoco puedo descreer a alguien que tuvo alguna cierta experiencia fuera de lo común. Es interesante el tema y da para seguir ampliando.
    Saludos Arturo.

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    1. Genessis:
      Por supuesto que es un tema que genera curiosidad, ya que está en discusión su validez, o no.
      Muchos hechos se dice que existieron y por otro lado, los niegan y les asignan la categoría de mitos e invenciones.
      Hace mchos años (entre 1973 y 1975) hubo un estampido que se oyó en todo Buenos Aires y los alrededores. Nunca se supo qué lo originó, ya que no voló ningún polvorín militar, ni alguna otra instalación peligrosa. Con el tiempo, la gente se olvidó.
      Un gran abrazo.

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  7. No he tenido la ocasión de ver algo paranormal,lo que si es cierto, que los estudiosos nos demuestran que existe vida en otras galaxias,entonces¿Por qué no puede ser que de alguna forma física nos hagan una visita.

    Saludos

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    1. José:
      En el terreno de las especulaciones todo es válido.
      La inmensidad del Universo provee las posibilidades más diversas y entre ellas, la vida consciente y tecnológica.
      Aquellos que sostienen la visita de seres de otros mundos desde tiempos inmemoriables, lo hacen en uso de tales especulaciones.
      Saludos cordiales.

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  8. Confieso que nunca vi nada en el cielo que no haya podido explicar, pero en Córdoba hay un lugar llamado Cerro Uritorco donde se reúnen los creyentes de estos fenómenos Ovni y cuentan experiencias sorprendentes. Eso sí. no se qué llevan para tomar. Un abrazo.

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    1. Alma:
      Hace unos años estuvimos de vacaciones en Capilla del Monte, era invierno. Con el frío que hacía y los días un tanto nublados, no se veía demasiado al Cerro Uritorco; de modo que, los únicos "marcianos" que pudimos ver eran los ufólogos y aquellos que iban a cargar "energías" en esa zona. Increíble.
      Cuando retornábamos a casa, al cargar combustible en la estación de servicio del ACA, en La Falda, caía garrotillo a causa del frío que había.
      Generalmente, en las montañas hay caminos, donde por las noches se muestran las luces de los vehículos que circulan por ellos; según la traza, las luces aparecen y desaparecen.
      Un gran abrazo.

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  9. Hace tiempo me gustaba pensar que los extraterrestres existían e incluso leía obras de algunos escritores que trataban el tema, algunos conocidos como J.J. Benitez, el autor de "Caballo de Troya". Él descubrió un lugar telúrico cerca del Peñón de Gibraltar, incluso se hizo una casa con forma de ovni desde donde divisaba todo el maravilloso paisaje. Ahora pienso que era un poco excéntrico y que los extraterrestres se han creado para asustar, igual que antes estaban las historias de muertos aparecidos o los miles de monstruos que habitaban más allá de las Columnas de Hércules en el mundo conocido griego. Conforme se va descubriendo espacio, aparece un nuevo miedo. Y ya sabemos lo que ocurre cuando tenemos miedo...
    Un saludo cariñoso.

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    1. Antonia:
      Como buen curioso, abrevé de Isaac Asimov, algo de Bradbury (el más tierno entre todos; leer "El cohete" o "Cuento de Navidad") y unas cuantas colecciones de Antologías de Ciencia Ficción, en libros de bolsillo editados por Bruguera (lo mejor y más creativo de todo lo que he visto).
      Hace unos años compré unos libros para ver de qué hablaba J. J. Benítez. Su famoso viaje en el tiempo es una buena especulación, pero sua rgumento se pasa de fantasioso. Su relato pierde credibilidad y con ello se degrada mucho su obra.
      Lo que dices, acerca de la manipulación de este fenómeno, es cierto por completo. Es más creíble pensar que sea una pantalla para ocultar armas militares avanzadas de las potencias y también planes secretos, asociados a ellas.
      Cambio de tema: no pude resolver el rompecabezas que has publicado en tu blog y eso es muy frustrante.
      También te envío un saludo cariñoso.

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  10. Estoy segura de que si hubiera vida parecida a la nuestra en una distancia prudencial, ya habrían dado señales de vida.
    No dudo que existan otros seres, pero vaya usted a saber cómo serán y a cuantos millones de años luz se encuentren.
    Besazo

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    1. Dolega:
      Por lo que se conoce hasta ahora, un viaje interplanetario sería imposible. La estrella más cercana está a dos años luz (es decir un viaje, a la velocidad de la luz, durante dos años) y esa estrella dificilmente posea condiciones para tener planetas como el nuestro, lo que aleja la distancia y a duración del viaje. Claro, hay varias teorías...
      Unas hablan de que los agujeros negros vincularían dos lugares del universo, a través de túneles llamados "agujeros de gusano" -o algo parecido- que unirían dos univeros, o lugares de este universo. Otros hablan de portales interdimensionales...
      Son cuestiones demasiado rebuscadas para mi entendimiento.
      Aun no conocemos a todas las especies terrestres y ya queremos conocer las improbables exógenas.
      Besos.

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