jueves, 27 de septiembre de 2012

Credulidad

¿Cómo creerle a un político?
Para ser un triunfal profesional de la política, se deben poseer ciertas aptitudes, nada envidiables: codicia, egoísmo, charlatanería, mendacidad, ambigüedad, desprecio hacia los demás, más algunas  otras, no menos despreciables.
Una vez inserto en ese ambiente, este personaje ve toda su realidad circundante como una lucha sin cuartel contra todo aquel que se topa en su camino y puede —aún sin proponérselo— arruinar sus planes.
En su ideario, la modestia está ausente.
El análisis con fines de mejorar a su sociedad también. Las más de las veces sus esfuerzos tras un ideal son solamente la parte visible de su interés sobre un determinado objetivo que pudiera depararle algún beneficio. Sólo trata de detectar aquellas oportunidades que resulten propicias para su desarrollo personal.
El libro de Maquiavelo “El Príncipe” resulta ser para él más importante que la obra de cualquier poeta.
La gente se reduce a números, cantidades de apoyos a sus planes o de seguidores para sus rivales.
A eso dedica su vida.
¿Cómo creerle a un filósofo?
De quien practica la filosofía, por el contrario, se espera que carecezca de ambiciones materiales, pues su obtención le haría perder su tiempo, al emplearlo en la búsqueda de status y de bienes materiales. En el mejor de los casos, se desvive para que la gente llegue a escuchar sus argumentaciones, aunque más le interese tratar de redondear una idea para sí mismo.
De manera constante y repetida descarta teorías que hasta el día anterior daba por válidas. Se contradice todo el tiempo, aunque lo hace con sinceridad, sin pretender pedir disculpas a quienes fueron víctimas de sus encendidas defensas de tales postulados, ya  perimidos.
Invariablemente lee a filósofos que lo precedieron, en busca de inspiración y sabiduría. Los sentimientos de la gente sólo son otra de las variables a ser tomadas en cuenta en sus análisis de las situaciones. La gente no es un conjunto de seres humanos, son simples individuos a ser analizados.  
A esta tarea dedica su vida.
Y la gente sensible, ¿qué hace? ¿Sueña despierta?
En verdad, se emociona con lo que unos y otros llamarían nimiedades.
        

46 comentarios:

  1. Con cuanta precisión has descrito la materia humana innoble que hoy se pasea bajo el nombre de "político".
    Qué pena que se haya llegado a esto, porque se supone que los políticos son los que velan por el bien común, trenzan ideas y las materializan para el bienestar de su pueblo. Pero bien sabemos que hoy sólo persiguen su particular y egoísta interés.
    Son la casta y su misión estriba en perpetuarse por encima de todo.
    ¡Arreglados estamos quienes somos normales con esta gentuza!

    Un abrazo para ti, Arturo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Isabel:
      En 1984, cuando la democracia se establecía en mi país, me afilié a un partido y comencé a buscar modos de aporte para mi Patria. Digamos que mi bagaje de ideales y sueños era abundante por entonces. Por cuanto la sociedad me había pagado mis estudios primarios, secundarios y universitarios, debía devolver de alguna manera tal beneficio.
      Lo que pude aprender allí fue a manejarme con gente diversa, algo muy importante para la formación de una persona.
      La gran mayoría de los que se arrimaban lo hacían cual si fueran a pedirle a la Virgen: un empleo para mi marido, o hijo, o cualquier otro familiar, en su defecto era una vivienda. Cambiaban de línea política tan a menudo como de camiseta, hoy estaban contigo, mañana con los rivales, si esto significaba una mejor posibilidad de lograr su objetivo.
      Claro, era el atajo al camino que toma el resto de la sociedad, que obtiene tales beneficios por mérito propio y tras un gran esfuerzo.
      En ese panorama, los oportunistas eran legión, los idealistas, en cambio, éramos muy, muy pocos; por lo que no sería de extrañar a nadie que el fenómeno se haya propagado como la peste, lo que me hace presumir que ya idealistas no quedan, o casi.

      Aquí conviene aclarar un punto: no creo en la uniformidad, todos poseemos dones en proporción despareja; hay algunos que son pobres en este reparto y nada hay que pueda solucionarlo; por ello, al darse cuenta de su situación, ellos ven en el atajo la única manera de alcanzar aquello que está al alcance de quienes fueron más afortunados en el reparto.

      En las crisis se observa la falta de políticos bien formados intelectualmente, con ideas claras en bien de la sociedad. Casi todos ellos solo ven por sí mismos y por sus patrocinantes económicos.
      Respecto a los filósofos, los he visto apoyar a políticos impresentables; lógico: son el marco intelectual a sueldo de los otros, que son unos pobres ignorantes.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  2. Soñamos despiertos pero son todo pesadillas.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Pilar:
      Como dijo ese gran artista: "Dream is over". Y nos quedamos sin Beatles y ahora, sin sociedades soñadas.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  3. A un político jamás se le puede creer,su profesión es embaucar al oyente,y en grandes ocasiones saben positivamente que son escuchados por gentes muy cortitas de mollera, y todo lo que dicen se lo creen.

    Mamá no tengo ganas de estudiar, pero quiero ganar dinero,no te preocupes hijo hazte político.

    Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. José:
      Es el único oficio que no necesita de exámenes de idoneidad, ni de experiencia previa. Y -además- paga uno de los mejores sueldos (sin contar los dinerillos que entran por la ventana, o ventanilla, abierta).
      En el juego atroz de la democracia, los que no piensan eligen a los que mandarán a aquellos que sí piensan. Increíble ironía.
      Un saludo cordial.

      Eliminar
  4. Algunos políticos nacieron con el estigma, y los otros que no lo tenían, lo codiciaron; lo que está claro es que todos tienen el mismo denominador común: sus ansias de poder. Porque ya me dirás qué ganas tiene nadie de tomar las riendas de un país que está hecho unos zorros... y que no me digan aquello de que es una carrera vocacional JAJA.

    En cuanto a los filósofos, pues no sé que decirte, creo que son como los psicólogos; que es muy difícil encontrar uno que merezca la pena.

    Un beso grande.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Teresa:
      Opinamos bastante parecido en estos temas.
      Cuando percibo que los políticos son gente que vive de esa profesión (o como quiera uno llamarla), es lógico pensar que deseen progresar y tener un buen pasar, al igual que cualquier hijo de vecina; lo que sucede, es que exageran un poco y quieren ser los más ricos de su provincia, o del estado. Y vaya que ponen empeño.
      Para evaluar a los filósofos, poseo el libro "Cómo elegir a su filósofo", de Oreste Saint Drôme, donde se explican las diferentes corrientes de pensamiento. Allí hay para elegir a quien se adapte más al gusto individual de cada uno, a gusto de consumidor y según el ánimo que uno tenga ese día.
      Besos.

      Eliminar
  5. Yo le creo a los filósofos, a los poetas y a los cuentistas. Me basta con eso para vivir.

    Si en los últimos años no has cambiado de opinión en algo importante, mírate el pulso; puede que estés muerto, dijo F. Gelett Burgess...

    Saludos van, maestro!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sandra:
      Como ya comenté en algún lugar, parte de la gracia de vivir es simular la ingenuidad del niño, por eso me creo los pases mágicos de los prestidigitadores, las desapariciones y trucos de los magos, los cuentos (tal como vos) y los "te quiero".
      La poesía es un reto a mi intelecto, a veces me sorprende gratamente, con mensajes hermosos, en esos momentos siento gran felicidad. Una simple copla puede llenar el espíritu.
      Los filósofos profesionales me resultan demasiado complicados para comunicar simplezas, algo que otros -menos presuntuosos- pueden expresar mediante mensajes llanos y comprensibles.
      Detesto a los políticos, por sus imposturas y me aburro con los libros de los pensadores (imposibles de digerir para mí). Ni hablar del Tao, que no se debe entender para ser Tao.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  6. Jó, tío, Arturo querido, que coincido mucho con esta entrada.

    Leí hace mucho una frase que no sé ahora de quién es que decía que "la política es el arte de engañar". Y sin llegar a ser exacta del todo, creo que es muy válida.
    los políticos de hoy día no son buenos estadistas ni miran por el bien de los ciudadanos. Más bien en un empleo para llenarse los bolsillo sy tener una vejez muy confortable.
    En cuanto a los filósofos no estoy preparado para analizarlos objetivamente. Sólo diré que la mayoría me aburren.

    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo que dices, es muy probable que sea así.
      Según creo, en otros tiempos, los políticos eran personas surgidas de diferentes áreas del quehacer social que, a partir de sus conocimientos en ciertas cuestiones de su ámbito, representaban a sus iguales.
      En un clima de progreso y de bienestar de la sociedad, asociada al crecimiento sostenido de la economía, aquellos que esgrimían una visión acorde a la idea de superación personal eran elegidos por la gente. Ser político implicaba poseer grandes capacidades intelectuales y una amplia cultura general, única salvaguarda de su actuación con madurez y conocimiento.
      Hoy, cualquier aventurero ocupa un cargo público, pues la complejidad de la actividad privada absorbe a los mejor preparados, que de este modo desechan dedicarse a la función pública. Son tiempos donde el carisma vale más que la idoneidad.
      Aquel que pertenece a las clases menos favorecidas encumbrará a un par, más por desconfiar de los más educados, que por confiar en la capacidad de su elegido. En la medida en que aumentan los requerimientos para acceder a un trabajo, los excluidos también aumentan y con ellos el número de sus representantes, hechos a imagen y semejanza.
      Respecto a los filósofos, coincido contigo.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  7. Qué mezcla de políticos, filósofos, idealistas y gente simple, estos últimos son los que de verdad "hacen patria".
    Para qué quemar más plabras?, ya los políticos hablan demasiado y no hacen nada por el pueblo.
    Excelente artículo Arturo.
    Un abrazo de fin de semana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Genessis:
      En toda sociedad en decadencia, los únicos que se rebelan a ese destino son los que trabajan día a día, con todas sus fuerzas, contra la adversidad, sin claudicaciones.
      El resto, solo medra.
      Buen fin de semana para vos también y un gran abrazo.

      Eliminar
  8. Alguien dijo:"Que se pierdan cien gobiernos pero que se salven los principios"...
    ARTURO muy buen artículo,vos lo dijiste todo !
    besitos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Meryross:
      Ese alguien no se enriquecía a costillas del Estado, sino que logró que se democratizara en serio. Sin dudas, eran otras épocas.
      Cuando lo derrocaron solo tenía un pequeño departamento, que fue saqueado por los fascistas golpistas.
      Lamentablemente, una gran cantidad de sus seguidores partidarios de hoy distan mucho de su ejemplo. Sin embargo, no hay que perderr las esperanzas.
      Besos.

      Eliminar
  9. Excelente entrada, muy bueno el tema. Los politicos aman el poder, y para tener poder, hay leyes. Para observar estas leyes hay que saber jugar, en ese ambiente todo es un juego. El libro "Las 48 Leyes del Poder es excelente, ya que ilustra claramente como se juega el juego politico. El altruismo, la compasion, la equidad no figura en este juego. Un politico le pregunto a otro, "Y la patria"?, el otro contesto "ah! La patria, bien gracias.

    un abraXo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Marilyn:
      Me sorprendí al leer unos párrafos en "El largo adiós" de Raymond Chandler, donde uno de sus personajes hace una crítica al sistema representativo imperante en los EEUU, donde los poderosos son los únicos en condiciones de hacer política, para defender sus propios intereses; creo que es una charla entre Marlowe y su amigo, acusado de homicidio. Magnífico e imperdible (como toda la novela, un clásico del género).
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  10. Jamás he conocido a un filósofo dedicado a la política, ni un político que al terminar su mandato se dedicara a la filosofía. Ha de ser eso por la buenísima caracterización contradictoria que de unos y otros has reflejado en el texto.

    La filosofía no es aburrida, sólo que hay que tener ...paciencia ....quiero decir por las veces que me he interesado por el tema, que no es algo que se lee de una sentada, sino que necesita mucho de la parte "activa" de quien lee a los pensadores - filósofos.

    La gente sencilla ...está asqueada. y como bien decías más arriba : antiguamente los mejor preparados en un ámbito se dedicaban a la política, en cambio hoy : buena parte de los pupitres de nuestros ámbitos políticos son ocupados por personas que.... por desgracia, aprendieron muy bien a pegar carteles.

    Buena reflexión Arturo ¿te llegó mi mail, verdad? ...
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Laura:
      De los políticos, poco bueno se puede sacar, salvo -claro está- de las excepciones que siempre hay y que por casualidad llegan a pasar los filtros partidarios y acceden a un puesto. Digamos que los idealistas no logran tener el pragmatismo necesario para encaramarse a las listas de las boletas en puestos expectantes.
      Los filósofos no se llevan bien con mi interés, tengo sin terminar de leer libros de Schopenauer, Nietzche, José Ingenieros y, sin abrir aun, uno de Ortega y Gasset.
      Quizás sea porque sus discursos no coinciden con mi pensamiento rudimentario que, con el paso del tiempo, se ha tornado escéptico.
      Ya te contesto el correo.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  11. "Que todo cambie para que todo permanezca" es una de las frases que sintetizan el nuevo sistema político según el libro "El Gatopardo" de Lampedussa, magnífico ejemplo para conocer cómo los poderes del Antiguo Régimen se reciclaron en los políticos de hoy. ¿Qué podemos esperar de ellos?
    En cuanto a al segundo tema, dice Descartes (1596-1650)en "El discurso del método": "...no se puede imaginar nada tan extraño y tan increíble que no haya sido dicho por alguno de los filósofos;". Yo pienso que la filosofía, las ideas es lo que mueve el mundo. Por cierto, prueba a leer "Cincuenta reglas para ser feliz" de Shopenhahuer. (En hantoniaconache tengo varias entradas "Para ser feliz".
    Un cariñoso saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Antonia:
      Las sociedades se mueven sobre la base de la preservación del poder que poseen algunos de sus integrantes. Solo la fuerza, en sus distintas manifestaciones, ha desplazado ese centro de poder hacia otras personas; caso contrario, el "gatopardismo" hace su trabajo.
      Por ello, toda representación formal, a través de instituciones, está condenada al fracaso si estas no están alineadas con esos intereses dominantes.
      Sin renegar del pensamiento, es obvio que, a partir de un contexto determinado, que podríamos denominar realidad, cualquiera puede hacer sus propias elucubraciones. Esto dará lugar a expresiones, más o menos ingeniosas, de su propia visión de los acontecimientos.
      Esa visión personal es esquemática y parcial, debido a la propia limitación que presupone la visión de una persona.
      La frase de Descartes, aplica también en el sentido contrario, pues nada asegura que lo que dice un filósofo, no haya sido imaginado antes, por cualquier persona ignota.
      Si bien es este post no abarca el tema sobre la sabiduría, tengo desarrollado un texto donde se niega la calificación de sabio como algo cierto, o posible.
      Por supuesto, todo es tema de especulaciones y de puntos de vista individuales, que siempre serán singulares y por lo tanto, discutibles. En mi vida, jamás hallé coincidencia plena con persona alguna, puesto que es algo imposible.
      Muchas gracias por tu comentario, Antonia, lo aprecio en gran manera, es muy positivo y motivador poder conocer diferentes posiciones en el área del pensamiento.
      Un gran y afectuoso saludo.

      Eliminar
    2. Es lo que enriquece la vida Arturo: la diversidad, y lo que hace persona es asimilar esa diversidad y contrastarla con tus propias opiniones. Es la forma de estar aprendiendo continuamente. De estar vivo. "`Pienso, luego existo" Perdona, pero tengo que insistir con Descartes.

      Eliminar
    3. Antonia:
      Desde la irrupción de la inteligencia artificial, hay quienes cuestionan los paradigmas clásicos del ser; incluso llegan a afirmar que las máquinas efectúan operaciones similares a las del pensamiento, propias del cerebro humano; algo que -desde mi punto de vista- es más que aventurado.
      Como puedes ver, nada se salva de las opiniones trasnochadas.
      Un saludo grande y afectuoso.

      Eliminar
  12. Arturo..." Credulidad "

    No hay propuestas serias en algunos polìticos, el ùnico interes es ocupar un cargo en la polìtica, no les interesa el pueblo.

    ¡¡¡ interesante nota !!!

    un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Doris Dolly:
      Mucho me temo que a partir de sus posturas egoístas, se plieguen a lo que la oportunidad les ofrece. Por eso es que los vemos convencidos totalmente por sucesivas posiciones políticas, diametralmente opuestas entre sí.
      Ni hace falta hacer nombres porque les cabe a un buen número.
      Besos.

      Eliminar
  13. Yo no podría se ni político ni filósofo, tengo demasiadas virtudes para lo primero y puedo llegar a ser demasiado superficial para lo segundo, pero trato de tener un vínculo constante con gente que con sus 'nimiedades' haga de este mundo un lugar que valga.
    Buena reflexión, querido Arturo.
    Un abrazo.
    HD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Humberto:
      Imagina mi posición: tengo muchísimas preguntas y solo unas pocas respuestas; las que -para colmo- tal como la experiencia me ha enseñado, pueden cambiar; ya sea en función a una mayor madurez o a nuevos conocimientos adquiridos.
      Este tren de la vida, en cada estación nos plantea nuevas incógnitas y da nuevas certezas, que reemplazan a aquellas hasta entonces vigentes y aceptadas.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  14. No entiendo a los primeros y a los segundo menos así que está claro nací para ser una simple mortal

    Un besote

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. 40añera:
      Y como todos los mortales, debes disfrutar de la belleza de la vida, que nos sorprende a cada minuto; a veces con alegrías y otras tantas, con tristezas.
      De eso se trata este juego.
      Un beso. .

      Eliminar
  15. Hola Arturo. Los políticos no son marcianos, son argentinos como vos y yo. No será que en la sociedad hay mayoría de gente corrupta ? O por lo menos sin coraje y convicciones para enfrentarse a un sistema corrupto. Me parece que no hay forma hoy día de que alguien honesto pueda progresar en política, el sistema lo va a expulsar enseguida. La política es un negocio ya armado que por sus "ventajas" atrae a los buscadores de dinero fácil. Me parece que es una problemática mundial que acá se acentúa porque tiene como fondo la falta de desarrollo, lo que hace mas nefasto aún que se enriquezcan a costa del dinero de todos. Permitime ser pesimista, no veo la solución.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fernado:
      El contexto puede actuar como limitador a su accionar. Por ejemplo, durante los primeros meses del gobierno del Pingüino, al no poseer respaldo popular, él actuó de manera conveniente para la sociedad.
      Entre otras cuestiones, jerarquizó la Corte Suprema, de mayoría automática menemista -impresentables todos ellos- y colocó mejores jueces; con la deuda externa actuó de manera razonable y conveniente a los intereses de la Nación.
      Pero, a partir de sentirse fuerte (elecciones de 2005) tomó el timón de todo, echó a los funcionarios más idóneos (Lavagna, Beliz, Prat Gay, Losteau, o el amiguito de la trola, ya no eran necesarios para hacer buena letra) y se dedicó a convertir la Nación en un feudo propio.
      Obviamente, ya conocés muy bien mi opinión al respecto y mis simpatías, que son contrarias a muchos de los políticos actuales.
      Es lo de siempre, de acuerdo al control fáctico que se los limite, así serán de buenos -o malos- los resultados que se obtengan de su función.
      Es un gustazo que hayas hecho un comentario aquí.
      Te mando un fuerte abrazo.

      Eliminar
  16. Hola Arturo, caray que bien has descrito a esta especie que se le llama políticos, que gran verdad lo que dices, para ellos solo somos unos simples números que cuando les conviene dejamos de serlo y nos ponen todo muy bonito tratando de ganarnos algo, pero cuando ya han logrado lo que querían volvemos a ser esos números y sobre todo ceros a la izquierda y ya no contamos absolutamente nada, pero si amigo como les has calado perfectamente, felicidades.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Piruja:
      Es obvio que no podemos pasarnos todo el tiepo discutiendo política todos contra todos, pues cada uno tendría su particular manera de ver y hacer las cosas. Eso nos obliga -mal que nos pese- a la representatividad.
      En la medida que el sistema permita que esa representatividad sea posible de ser revocada -como cualquier contrato comercial- veríamos una notoria mejora en la prestación del servicio de representación. Sería una situación similar a la de un artista con su representante, que no necesariamente fijan un vínculo eterno.
      La gente es buena; pero, cuando se la vigila es mejor.
      Un beso.

      Eliminar
  17. Una entrada magistral con la cual coincido plenamente y muy acertada la descripción de las características que reúnen los políticos. Totalmente de acuerdo. Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Alma:
      Tu opinión suena como si fuera música angelical para mis oídos.
      Te podría comentar -por otros medios- algunos pormenores vividos en mis tiempos de la política, en Córdoba.
      Muchas gracias.
      Un gran abrazo.

      Eliminar
  18. Ay Arturo de mi vida! ¡que te voy a contar! si ves las noticias ya adivinarás que no estoy ahora mismo por resaltar las virtudes de los políticos, que de haberlos buenos los habrá, pero ahora mismo para mi y otros muchos son una panda de impresentables, mentirosos, ajenos a nuestros problemas, y muchas otras cosas que, por ser una dama, omitiré. Y cuando creemos que ya ninguno va a decir una burrada más grande, pues nos equivocamos, pues aparece otro que aún la dice más gorda, ejemplo: un político ha dicho esta mañana que las manifestaciones de la gente indignada no se deberían transmitir en directo por la tele. Y yo he pensado ¿querrán, en lugar de la manifestación, retransmitir un partido de fútbol para que nos olvidemos de lo que ocurre?
    En cuanto a los filósofos, pues no sé que decirte..., me lo pienso y luego vengo. De momento un abrazo muy fuerte, Arturo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ángela:
      Tengo para mí que toda esa gente no es tan mala como presumimos. Lo que sucede es que, al acceder a sus puestos con poder, quedaron maravillados por el lujo y las manifestaciones de respeto y de alabanza con la que los reciben los adulones profesionales.
      Luego, ya instalados entre lujos, banquetes, deferencias, privilegios y otras cuestiones fundamentales para la vida vacua, se les olvida qué estaban haciendo allí. Entonces, la corriente se los lleva de aquí para allá y ellos, por no ser menos, no quieren desentonar con el resto de tan selecto grupo.
      Muchos de ellos, portadores de altos títulos profesionales ven que tales logros se empequeñecen al lado del apelativo del cargo que ocupan ahora: señoría, su honorabilidad, excelentísimo esto -o aquello- jamás lo habían oído decir para con ellos, hasta ese día, modestos mortales...
      Un enorme abrazo.

      Eliminar
  19. Con la política y sus secuaces hemos topao querido y admirado amigo. De la cual-es no pienso comentar lo que opino al respecto de ella-os para no soltar mil improperios y salirme de contexto.
    Respecto a los filósofos hoy por hoy que se sepa aun nunca dejaron a ningún pueblo en la más ínfima pobreza . Muchos besinos de esta amiga admiradora con inmenso cariño.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ozna-ozna:
      Que no te quiten también el humor, es de lo primero que te debes cuidar.
      Toda organización social humana -o no- hace que quien está en uso del poder tenga privilegios; el problema con nuestros gobernantes es que por privilegios se entiende la capacidad para defraudar las expectativas de sus votantes y el encaminar a la comunidad a la ruina.
      Los filósofos, en el último de los casos, serían como el agua, que no le hace mal a nadie, pero tampoco lo cura.
      Besinos para ti, también (me encanta el diminutivo asturiano "ín", "ina", "ino"; aquí es común emplear el "ito" o el "ita", en función al género).

      Eliminar
  20. Quiero poder seguir soñando.
    Y creo firmemente que ni están todos los que son y ni son todos los que están.
    Besazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Dolega:
      Es maravilloso soñar cuando hablamos de ficciones, o de hechos que nos son completamente ajenos, o imposibles.
      Mas cuando lo que soñamos se ciñe a hechos que afectan nuestras vidas, la desilusión al despertar puede ser terrible.
      Por ejemplo, cualquier persona puede soñar con enamorar a su artista preferido, nunca tendrá problemas con este tipo de juego. El problema es cuando sueña con imposibles de tu pareja.
      Besos.

      Eliminar
  21. Yo ya no creo en los políticos, me parece a mí que se les da muy bien mentir porque nada de lo que prometen luego lo cumplen, lo hacen para que les demos su voto, después ya ni se acuerdan de nosotros, solo quieren llegar al poder.

    Los filosófos no le hacen daño a nadie, al contrario, es bonito soñar con sus pensamientos, y algunas veces ayudan con ellos.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. María:
      Por cuanto de lo único que se cuidan los políticos es de mantener sus privilegios frente a otros individuos como ellos, lo que digan es poco relevante.
      Saben que, una vez logrado su objetivo, su posición institucional es inamovible e inapelables sus acciones.
      Nada hay que los obligue a no repetir este procedimiento la próxima vez.
      Besos.

      Eliminar
  22. ¡Es muy difícil creerle a un político!

    Un saludo afectuoso,
    me gustó tu Blog. Interesantes pensamientos, llenos de sabiduría.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. María José:
      Muchas gracias por tus palabras, tan halagadoras.
      Tal como afirmas, esos personajes no resultan creíbles en absoluto.
      Saludos cordiales.

      Eliminar

Me interesa conocer tu opinión respecto a lo que has leído: