miércoles, 22 de agosto de 2012

Ancianos

Está definido que a los sesenta años uno se vuelve anciano. Pareciera que tal fenómeno inicia en el preciso instante de soplar las velas de la torta de cumpleaños. Por cuanto estoy a poco más de tres meses de ese momento, me propuse efectuar una reflexión al respecto.
Con el paso de los años y la acumulación de experiencias, una persona pierde -poco a poco- sus motivaciones.
Por ende, empieza a adoptar una conducta perniciosa: se aísla de los hechos cotidianos. Siente que ya no es necesario esforzarse en llevar adelante ciertas causas, que considera perdidas de antemano y gastar, en ese intento vano, los últimos tiempos de su vida.
Algunos otros se resisten a ello: niegan la visible realidad y adoptan variadas conductas, no exentas de ser patéticas.
Pueden caer en una simulación de conductas juveniles; una artimaña que sólo les engaña a ellos mismos; o bien pueden asumir un total rechazo a los cambios que operaron en ellos y en su entorno; en estos casos, pretenden vivir en su mundo pasado y reniegan de la actualidad, que no comprenden y -por ello- odian.
Como consecuencia de ese aislamiento, pierden parte de su sentido de la realidad y del contexto. No es raro entonces que, con total naturalidad, realicen acciones impropias para los sitios donde se hallan, o frente a las personas que los rodean.
La comunicación con sus semejantes también sufre un notorio deterioro: tiende a tornarse más dificultosa. Con asiduidad un anciano cae en el vicio de contar anécdotas (reiteradas siempre) y efectúa ensayos de reflexiones, en voz alta, que están bien lejos de motivar a los demás para que le presten atención; en gran parte, esto tiene lugar porque esos temas no se encuadran dentro de aquellos que son del interés de sus interlocutores.
Esto pudiera tener su origen en las diferentes visiones presentes en el anciano y en los demás; aunque también pudiera ser que el mensaje exceda el poder de compresión de los oyentes: de ser así, indicaría que ellos aún transitaran por caminos de inmadurez, esos senderos primigenios donde aún se cree en falsos principios de conducta; también podría darse el caso de que se encontrasen inmersos en la superficialidad y el consumismo. No les interesará -entonces- aprender de la experiencia.
Como resultado, el anciano queda pedaleando en vacío; como si condujese una bicicleta imaginaria, a la que se le rompió la cadena de transmisión.
Cuando esto acaece, en ambos actores se genera un sentimiento de mutua compasión hacia el otro.
Hay también aquellos que aciertan con la conducta apropiada, aprovechan la disponibilidad de tiempo y aprenden de su nueva condición, descubren un mundo diferente. Para ellos, cada día es una fiesta.
      

39 comentarios:

  1. Que cierto es lo que dices. Además a medida que te vas acercando a la vejez, te vas dando cuenta que tu mente evoluciona a senderos diferentes. Antes podías compartir muchas cosas con gente de todas las edades, pero a madida que te vas haciendo mayor, esa capacidad merma considereblemente.
    Besazo

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    1. Dolega:
      Eso es cierto en muchos ancianos; pero también los hay vitales, que no se resignan a las limitaciones de la edad. Mi abuelo era uno de estos últimos.
      Hombre inquieto, unos días antes de cumplir los noventa, se dedicó a techar una pieza enorme, con chapas galvanizadas y acanaladas. Las tareas con la argamasa en los bordes las contrató porque, según dijo:"yo ya no puedo hacer ese trabajo pesado".
      Su foto de los ochenta años, que envió a todos sus familiares en Asturias, ilustra este post.
      Un besazo, también.

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  2. Arturo, ¡Me ofendiste!! Hace cuatro años que soy anciano, ja ja ja.
    ¿Y sabes que? sigo como siempre, sigo en mi bicicleta, (con cadena y de carrera)sexualmente activo, la mente despierta y no me acuerdo de que estaba hablando, no importa...
    Estoy cada día más joven, con mejor humor y sobre todo ¡Muy mentiroso!
    Un abrazo amigo, esto me encantó.
    PD; El que cuenta anécdotas eres tú.

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    1. Luis:
      ¡Qué decís!, si estás hecho un pibe.
      Mi abuelo anduvo en una bici como la tuya hasta los setenta y pico. Dejó porque las rodillas no le permitieron seguir. Así que, todavía hay mucho hilo en el carretel.
      Un enorme abrazo, mi amigo.

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  3. Desconectarse de esta realidad es un lujo que nos podremos dar después de los 60 :)tuve el placer de vivir con la abuela de 85 por varios años y las historias siempre estaban cargadas de emociones... su realidad pendía de hilos entre la nostalgia, los recuerdos y su risa encantadora. Un reto llegar hoy en día cuerdo a los encantadores 60, pero lo realmente mágico es contar con alguien quien escuche, quien lea, quien de cuerda para volar pero así mismo los mantenga al lado nuestro... lo que realmente mata es la absoluta soledad, los silencios... la nostalgia sin bordes de Felicidad.

    Saludos Arturo.... todos vamos por el mismo sendero ;)

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    1. Caro:
      Este blog, entre otras cuestiones, es el modo de mantenerme en contacto con gente diversa.
      El resultado de esta experiencia es maravilloso, pues encuentro que todos son buena gente. Puedo percibir que a algunos los agobia la realidad, otros tienen una dulzura y una ternura que te hace quererlos sin retaceo, también hay buenos poetas, prosistas y analistas de la vida. Y la lista es tan extensa como personas nos comunicamos.
      Veo desfilar de todo: el amor, la pasión, el amor a los hijos, el amor a Dios, el ateísmo y todo -todo- es una bellísima escuela de la vida.
      No hay modo de sentirse solos; pues entre todos evitamos esa desgracia.
      Te envío un cordial saludo.

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  4. Puede que se pierdan ciertas motivaciones pero surgirán otras, calculo. A mí me encantaba escuchar a mis nonas hablar y contar sus anécdotas y vivencias. Me sucede ahora con mi mamá y hasta sus 79 casi 80 de mi papá.
    Es importante animarse a hacer cosas más allá de la edad que se tenga. Entonces sí, cada día puede ser una fiesta. Igualmente hoy se han corrido las edades y no creo que personas de 60 sean ANCIANAS en el sentido tradicional.
    Saludos van, maestro! viejos... viejos son los trapos!!

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    1. Sandra:
      En el pasado, la edad estaba acotada por la vitalidad física de las personas. Hoy reina el intelecto, lo que hace que se prolongue la utilidad de una persona.
      Desde ya, que no es lo mismo tener veinte que sesenta años. Pero, según me dijeron una médicas, el ser humano alcanza la plenitud a los veintiséis años, a partir de entonces comienzan a declinar las funciones vitales.
      Según esta información afirma, puedo decir que a los treinta ya era un viejo, hecho y derecho.
      Un gran abrazo.

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  5. Un relato estupendo Arturo,
    pero no te pongas aun en esa fila, es muy temprano, apenas media tarde...Tú tienes para rato, para que llegues a ser anciano creo que faltarían aun 20 largos años......
    Lo importante es saber envejecer, saber todas las realidades buenas y no tan de esta etapa. Describiste muy bien, lo que nos das a entender que estás preparado para enfrentar.
    Yo creo que tú estás anclado en el último párrafo de tu escrito.
    Un fuerte abrazo amigo

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    1. Genessis:
      Cuando tenía cuarenta, un nefrólogo me avisó de mi insuficiencia renal irreversible. Fue un momento de replantear la vida, día a día y con metas modestas, pero importantes.
      Mi principal labor fue sobrevivir, para criar a esa niña que, con sus once meses, me recibió en brazos de mi esposa luego de mi primer sesión de diálisis. hoy tiene diecinueve y estudia Derecho.
      Agradezco cada día vivido desde entonces.
      Y todos los comentarios que recibo son una fiesta.
      Un enorme abrazo.

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  6. Buen día nuevo amigo Arturo,¡Sorprendida por encontrar interesante exposición! muy cierta y útil para poder comprender aún mas a mi madre, hoy precisamente tuvimos un intercambio de fuertes palabras y me cuesta entenderla y aceptar que mi madre envejeció. Me dí cuenta que está de mi parte entenderla y soportar sus actitudes, ella no va a cambiar su actitud nunca! ni bajará la guardia, jamás! y me queda pedirle a Dios me de mucha fortaleza y paciencia para poder sobre llevarla.

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    1. Zulyvilla:
      siempre se dice que los hijos deben trascender a sus padres, superarlos. Ellos han hecho el esfuerzo para que sus hijos no fracasen; por lo que es lógico que sean los hijos, mejor preparados, los que deban comprender a sus progenitores.
      Mi madre cumplió ochenta y dos en el mes de enero próximo pasado, es mi deber entenderla y no darle disgustos, incluso aquellos que no fueran por mi accionar.
      Te envío un saludo cordial y un gran beso para tu madre, que tú deberás hacer efectivo.

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  7. Me gusto mucho esta entrada. Una persona de 60 años ya no es consideradas anciana. Todavia tiene mucho que aportar a la sociedad. Es otra etapa de la vida, donde se pone de manifiesto algunas emociones en detrimento de otras. A mi me encanta oir anecdotas de personas mayores, me parecen fascinantes.

    un abraXo!

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    1. Marilyn:
      Ya desde muy pequeño, este bloguero tuvo siempre por costumbre arrimarse a los mayores cuando conversaban.
      De esta actitud saqué mucho provecho, aunque algunos prejuicios tuve que eliminarlos años más tarde.
      Hoy a los sesenta años se recolecta lo que se sembró a lo largo de la vida, visto desde el punto de vista intelectual.
      Cuestiones como la ansiedad o la incertidumbre se han menguado, lo que permite tener una mayor objetividad.
      Por supuesto, hay desdichados que enferman de gravedad y se ven privados de estos beneficios...
      Un gran abrazo.

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  8. Amigo Arturo,¿bromeas? ¿quieres decir que ese pimpollo guapetón de gafas negras y sonrisa alegre y juvenil que veo en la foto de tu blog no es un chico de cuarenta años o menos? ¿Quieres decir que todas estas entradas que leo asiduamente no son escritas por un hombre joven, guapo, brillante, inteligente y cultísimo? Yo no veo ningún ancianito por aquí...
    Un beso acompañado de un abrazo fuerte.

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    1. Ángela:
      Lo que sucede es que soy un gran prestidigitador de la imagen.
      La foto elegida para el Perfil es vieja, es del año 2008 (en vacaciones, durante diciembre), mucha agua ya ha corrido bajo el puente. Debería actualizarla con otra más nueva.
      Sería de mal gusto subir una placa radiográfica de mi cerebro, para que observen mis dones intelectuales; pero mucho me temo que nadie sabría apreciarlos (ni hallarlos, si es que los hubiera).
      ¡Ja, ja , ja!
      Te retribuyo el saludo de idéntica manera.

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  9. Hola ARTURO siempre es un placer leerte ,pero te diré que la edad no tiene importancia todo es cuestión de actitud , asi que disfrutemos intensamente esta etapa de la vida
    besitos

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    1. Meryross:
      Tienes toda la razón del mundo.
      Te confieso que la edad, en mi caso, es un simple ejercicio matemático, que dice: hoy tienes tantos años, con tanto otros días y tantas horas (nací a las 09:10 horas, de modo que hasta esa precisión podría argumentar).
      Lo extraño es: ¿qué quiere decir eso?, si es que algo dijera...
      Hace muchos años que trato a la gente de acuerdo a su edad real, la que marca su madurez, no la edad cronológica. Y mucho más importante que eso, de acuerdo a sus sentimientos.
      Tú que siempre eres tan generosa, sabes bien de lo que hablo.
      Un beso.

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  10. Bueno yo no puedo decir mi edad porque mis neuronas se me han oxidado
    Creo que fue mi tío Matusalén el que me las oxidó.
    Uno es anciano si en verdad se quiere sentir anciano, existen gran cantidad de actividades para sentirte que vales para muchas cosas.

    En este litoral veo a muchos jubilados con una gran satisfacción encargándose de la seguridad de su nieto de cara al mar, se les ve que se sienten importantes llevando ese hermoso quehacer.
    Saludos

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    1. José:
      Digan lo que digan, la edad verdadera se lleva siempre en el cerebro.
      Ya de niños se nota a aquel chiquillo que es más despierto de lo que debiera, o al que se destaca por su aplomo, ante la inocencia de los demás.
      De joven sucede lo mismo, algunos prosiguen en la adolescencia a los cuarenta años (he visto a muchos de ellos en los últimos tiempos) y también hay otros que a los cuarenta han alcanzado una madurez y un equilibrio notables.
      Si tienes sesenta, pero el equilibrio de estos adelantados de cuarenta, entonces, ¿quién es viejo?
      Claro que el almanaque trae los achaques, que hacen más dificultosa cualquier actividad; pero, esto no tiene por qué hacer decaer el entusiasmo por aquellas actividades que están al alcance de la persona con algunos años más.
      Quizás esos abuelos que mencionas no sean lo más importante para preservar la seguridad de sus nietos, pero es seguro que ambos se sentirán felices de compartir el momento de playa u orilla.
      Saludos cordiales.

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  11. Lo importante, amigo Arturo, es cumplir años y poder contarlo.

    Me encantan tus anécdotas, tus historias tan bien descritas e ingeniosas.

    He estado alejado de todos vosotros por hacer un paréntesis en las vacaciones estivales. Pronto volveré a la carga.

    Te agradezco enormemente tus comentarios y el seguimiento que haces a mis entradas. Gracias, tío grande.

    Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

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    1. Mos:
      Tú te has ganado el respeto y admiración de todos, de modo que no hace falta agradecer nada; sería mezquino de mi parteno reconocer tus virtudes.
      Además, gracias por tus palabras, me da mucho gusto saber que mis aportes al humor y a la nostalgia, cuando no la mirada irónica, te agradan.
      Las vacaciones son sagradas, pobres de nosotros, que debemos ganar el pan con el sudor de nuestras neuronas...
      Un gran abrazo.

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  12. Hola Arturo, quien habla de años y de ancianos ¿parezco una anciana aunque ya cumplí los sesenta? Yo creo que no lo soy, y la foto de mi perfil es del principio de la primavera…
    Yo que hago cantidad de cosas y mi tiempo libre siempre se me queda corto, que leo y escribo, que camino todos los días, y que tengo un amor maravilloso desde hace cuarenta años, yo no me considero anciana, ese título lo tendré cuando el tiempo no me interese, y sean mis nietos los que cuiden de mi.
    Me ha gustado tu entrada, aunque no son los años los que nos hacen mayores, solamente la falta de amor y de ilusión hace que las personas se vuelvan ancianos hasta con cuarenta años o menos. Un abrazo.

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    1. Lola:
      Aunque la foto es una miniatura, se vislumbra la imagen de una mujer en plenitud, tal como cuentas. Llevar una vida activa ayuda muchísimo a mantenerse siempre bien. Y si tienes un amor de cuarenta años de dicha a tu lado, no hay modo de estar mal.
      Lo que dices de aprovechar el tiempo es un sabio pensamiento, que llevado a la práctica brinda un excelente beneficio.
      Por mi experiencia de vida, he visto dejarse morir a gente de cualquier edad, eran personas a quienes los años le causaban estragos.
      No es necesario fijarse grandes metas, sino aquellas que son posibles de alcanzar, eso mantendrá la mente ocupada y vital.
      Un abrazo.

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  13. Hola Arturo, no estoy de acuerdo contigo en que una persona de 6o años sea ya un ancian@, esta claro que ya el comportamiento no va a ser de un crío de 15 como he visto hacerlo y como tu dices hacen cosas impropias para la edad que tienen, pero no por ello se deben meter en un rincón y dejarse llevar, no eso nunca, se debe hacer una vida lo mejor que se pueda para la edad y si es haciendo cosas que nos gustan y disfrutamos de ellas tanto mejor.
    Ah, a ti te quedan tres meses, a mi tres años, pero para nada siento que sea una anciana o camino de serlo, eso si, no me comporto como una de 15 años, aunque la edad no perdona y se va sintiendo un poquito:), cuídate vale?

    Besos.

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    1. Piruja:
      Las primeras palabras del artículo son una ironía, pues se despersonaliza la afirmación, al decir: "está definido". Al leer la segunda oración, aquella intención burlona de tal aseveración se hace evidente, pues nadie envejece de golpe, por el solo hecho de soplar unas velitas sobre una torta.
      Tu punto de vista está reflejado en el último párrafo de la entrada, que marca la adaptación necesaria a los cambios que se producen lentamente, por el paso del tiempo.
      Gracias por tu consejo, quédate tranquila que me cuido desde hace veinte años, como un maníaco, pues vivo al filo de la navaja.
      Besos.

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  14. Ola meu querido Arturo,não concordo que a velhice seja assim tão traumática como muitos á vêem.Claro que a juventude é o apogeu de qualquer vivente,mas cada época de nossas vidas tem seus grandes momentos e significados.E sinceramente creio que quanto mais os anos vão passando,mais obrigação temos de ser útil á famìlia e a sociedade, mais informados e inteligentes ,mais organizados e produzidos deveremos ser.Esta lição,aprendi com meus pais,e vou tentar firmemente cumprir.Mudando o assunto,acho que o que aconteceu com QUE SERÀ de Chico Buarque,foi algo á respeito de 'direitos autorais' da musica,pois o mesmo aconteceu com Blue Hawaii de Elvis Presley.Várias pessoas não conseguiram ouvir esta canção,creio ter sidi bloqueada.Meu grande amigo,um beijo no coração e até mais.....

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    1. Ola Suzane.
      Nesta vida tudo é equilibrado, por isso o ímpeto da juventude se opõe reflexão na velhice, mesmo assim, compensa para a boa saúde dos primeiros anos, com a experiência adquirida ao longo dos anos.
      Felizmente, crescendo, tomamos melhor cada situação em que vivemos.
      Quando comparamos, ganhamos ao longo do tempo é compensado por aquilo que perdemos. Cada época é diferente e cada um é maravilhoso.
      É uma grande pena que a questão de direitos autorais, privei-me e muitos admiradores de sua música.
      Embora nunca cantou profissionalmente na minha casa, minha mãe e minha irmã cantou todos os dias, eu também.
      É um grande prazer de sentir que você é meu amiga.
      Beijos.

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  15. Arturo..." Ancianos "

    Ancianos eran los de antes con sus sesenta años en su mochila, hoy ha cambiado la moda en el vestir de ellos y ellas.
    Ya no se ven las viudas vestidas de negro que les daba una imagen de viejas castradas y la vestimenta de ellos que aparentaban màs edad... ademàs hay muchos deportes para practicar que te mantienen joven.... no pienses en la edad.
    No has leìdo una nota publicada por Josè Saramago que dice:
    Frecuentemente me preguntan que cuàntos años tengo...¡¡Que importa eso !...tengo la edad que quiero y siento....y etc y etc...es muy lindo todo lo que sigue diciendo...bùscalo en internet.
    Asì que arriba ese ànimo

    ¡¡ interesante nota !!

    un beso

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    1. Doris Dolly:
      Lo que dices es cierto, las costumbres han cambiado, al menos en apariencia.
      Por caso, en 1992 estuve en San Pedro de Jujuy, con un compañero de Gas del Estado, por cuestiones laborales. Él había vivido allí durante los primeros años de la década de los sesenta y yo había estado afincado, en esa misma ciudad, hasta hacía solo dos años antes.
      Recuerdo que me comentaba de cómo era esa población en sus tiempos, mencionó -asombrado- que antes estaba lleno de cholas y bolivianos, con sus vestimentas típicas y que ahora veía todo cambiado, con gente diferente.
      Le hice notar que la gente era la misma, los mismos tipos de rostro; pero, que ahora las bolivianas se vestían con un conjunto "jogging".
      Lo mismo sucede con la gente de edad, hoy se visten como los jóvenes que ya no son. Algunos de ellos lo disimulan bien, pues han mantenido la figura y la agilidad, más la mayoría no pueden ocultar su edad. En cuanto a la actitud mental, no estoy convencido que se refleje en la vestimenta, pues conozco gente de pocos años de edad -comparativamente- que parecen octogenarios y viceversa.
      Con el modo de pensar que expones, tú nunca vas a envejecer, ni perder el atractivo.
      Besos.

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  16. Alejandro:
    Antes que nada, te hago llegar mi bienvenida a este blog; asimismo, agradezco tu comentario.
    Lo que dices es verdad y se hace más evidente en aquellos que ya desde tiempo antes mostraban esa actitud.
    Tal conducta puede asociarse a que luego de tantos años de vida, la gente se acostumbra a ciertos parámetros de conducta y no tiene ningún deseo de cambiar.
    Saludos cordiales.

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  17. Hola, Arturo

    Mis padres, los dos han sobrepasado los sesenta, y no están, ni son ancianos. Son independientes, van a gimnasia, pasean, hacen vida social, van al teatro, al cine, en resumen, están llenos de actividad mental y física. Si, es cierto, tienen achaques, no son tan rápidos como cuando tenía treinta años.

    Quizá de un día para otro, se conviertan en ancianos, aunque no creo que haya una edad clara que lo delimite. Me temo que está mucho más en la salud y en el estado de la mente.

    Besotes.

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    1. Dolce Voce:
      Tienes un tesoro invalorable en tus padres. El hecho de que lleven esa vida es motivo de dicha.
      Comparte mucho tiempo con ellos, todos serán muy felices -y por siempre- por pasar juntos esos momentos.
      Por cuestiones laborales estuve ocho años en diferentes lugares del interior, eso me privó de vivir con mis padres gratos momentos. Al volver, mi madre tenía sesenta años y mi padre estaba muy enfermo, a pocos días de morir.
      Es probable que tus padres aun se mantengan por mucho tiempo en esa situación, mucho ayuda el tener una motivación; por caso, un amigo mío (ya tiene como setenta y seis años) hace unos meses se fue -junto a la esposa- de paseo a España; tal como hacen cada año. El futuro siempre es una incógnita.
      Besos.

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  18. Olá adorei seu blog,tem muita coisa bonita aqui bjs.

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    1. Olá Bruxinha do bem.
      Muito obrigado pelo seu comentário, você é bem-vinda a este blog, onde compartilhamos amizade e opiniões.
      Visitei seu blog e eu lhe entreguei o endereço para minha esposa e ela está muito interessado em seu tópico. Ela tem poderes premonitórios, especialmente durante seus sonhos.
      Beijos.

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  19. Bueno las manìas nos van llegando y no nos damos cuenta, pero si llegamos a los 60 con una buena calidad de vida y no perdemos el norte , es decir, que tenemos amueblada la cabeza dentro de un orden, creo que la edad no importarà mucho. Pero si te digo la verdad, que fea es la vejez.

    Un abrazo

    fus

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    1. Fus:
      La vejez, como cualquier estado del desarrollo humano, posee sus ventajas y sus contras. Está en cada uno de nosotros aprovechar lo mejor de cada momento que nos toca vivir.
      Cada etapa de ese crecimiento debe ser aprovechada, para prepararnos convenientemente para la siguiente; es vano negar esta realidad, pero sabio el adaptarse.
      Esto hace que aprovechemos nuestro propio saber para no hallarnos deprimidos; al fin y al cabo, siempre podremos mejorar.
      Un gran abrazo.

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  20. Que espacio más interesante! lo poco que pude leer me encantó, tus temas son altamente constructivos invitando a pensar y reflexionar en profundidad; pasaré con más tiempo y tranquilidad para leerte como mereces y dejar mi opinión si me lo permites...

    Un abrazo y mis felicitaciones Arturo.

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    1. Libia:
      Eres bienvenida a este blog, al igual que todos aquellos que tienen la gran deferencia de leer su contenido y -a veces- comentar lo editado.
      Mi mayor deseo es que te sientas cómoda, pues una de las premisas es el respeto mutuo y la otra el humor (del bueno, por supuesto).
      Un abrazo.

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